Las cientos de toneladas de materia orgánica que se acumulan en es Cap serán posteriormente tratados para hacer compost.


La acumulación de residuos orgánicos en el vertedero de es Cap de Barbaria empieza a provocar malestar e indignación entre los residentes de la zona. Al menos así lo señala el grupo popular en el Consell de Formentera, que se ha hecho eco de la reclamación de los vecinos y no ha dudado en hacer pública su denuncia ante esta situación excepcional. Según los populares, algo no se está haciendo bien cuando los vecinos «no pueden vivir por los malos olores y el antiguo vertedero vuelve a estar lleno de gaviotas».

Más allá de los problemas mencionados, el conseller del PP, José Manuel Alcaraz, recriminó al Consell que parte de los residuos han sido derramados en el mar -en una zona de reserva marítima- tras las últimas lluvias del mes de agosto y que cierta cantidad de estos puede llegar a filtrarse en el subsuelo a través de líquidos. «Una cosa es acumular residuos a nivel familiar y otra bien distinta es la cantidad que hay a día de hoy; la situación se nos va de las manos», criticó.

El vertedero de es Cap de Barbaria fue sellado y clausurado como tal en el año 2011 pero durante este verano se ha usado como contenedor de los residuos orgánicos producidos por los establecimientos de Formentera, con el fin de ser reciclado para el compostaje.
Alrededor de 380 toneladas de materia orgánica se han acumulado durante los últimos meses en el terreno y, al parecer, ahora se comienzan a sufrir los primeros estragos.

El pasado viernes los grupos de la oposición realizaron una pregunta oral en el pleno del Consell, con el fin de conocer el punto de vista del gobierno. La consellera de Medio Ambiente, Daisee Aguilera, apuntó que por parte del Consell se está realizando un seguimiento «muy apurado» de la situación, con el fin de evitar cualquier tipo de problema. Además insistió en que se están cumpliendo los objetivos marcados por el Plan Director Sectorial de Residuos del Consell, siguiendo la normativa europea.

Respecto a las críticas por los malos olores y posibles vertidos y filtraciones al mar y el subsuelo, Aguilera insistió en desmentir tales afirmaciones. Según sus palabras en el mismo pleno, es algo que no se ha llegado a producir.

«Falta de previsión»

Alcaraz señaló la falta previsión del Consell como la principal causa de este problema y criticó el retraso de las plantas de tratamiento de residuos. «Se ha querido empezar la casa por el tejado», apuntó.

En este sentido, cabe recordar que el Consell de Formentera presentó en marzo del año pasado el Plan Director Sectorial de Residuos de Medio Ambiente que contempla la creación de dos plantas de tratamiento de residuos: una destinada a materiales de construcción y demolición y otra a materia orgánica. La oposición señaló, no obstante, que el futuro de dichas licitaciones está «aún muy lejos» de producirse.