Laura Maresc en el espacio de su exposición.

Laura Maresc descubrió Formentera siendo muy joven y se enamoró de la isla. Años más tarde empezó a residir durante largas temporadas en lo que ella mismo define como su «nido creativo». Para Maresc el nido, es un elemento muy recurrente en toda su obra y en Preludi hay varios nidos, con los que reflexiona sobre la fragilidad del paisaje y pone en valor todo lo natural.

Esta es la quinta exposición de la artista en la isla con la que tiene una relación muy intensa: «Me aporta y me ha aportado muchísimo, tenemos una relación muy fluida y siento que me acoge. Para mi es bastante inspirador pasar largas temporadas aquí».

En la muestra presenta un conjunto escultórico, seleccionado de otra exposición efímera que la artista preparó para un proyecto de dinamización del arte contemporáneo en Andorra y que ocupó una ermita románica y una casa payesa, ambos espacios de interés cultural de su país.

La artista utiliza materiales nobles y otros que, en gran parte, encuentra en el propio entorno natural y a los que les da una nueva vida, en forma de obra de arte.
La exposición se puede visitar hasta el próximo 12 de Septiembre, en la sala de exposiciones de l’Ajuntament Vell de Sant Francesc.