Procesionaria del pino. | Archivo

El pleno del Consell de Formentera ha aprobado por unanimidad una propuesta planteada por el grupo Sa Unió en la que insta al equipo de gobierno a «elaborar y publicar lo antes posible una campaña informativa» sobre la plaga de la procesionaria del pino dirigida a los residentes con toda la información necesaria como el ciclo de vida de estas orugas, medios de prevención, medios de tratamiento, peligrosidad, indicaciones de cómo protegerse de sus efectos nocivos tanto en personas como en animales y todo aquello que sea necesario para limitar en la población los efectos de esta plaga.

Según ha explicado el portavoz de Sa Unió, Lorenzo Córdoba, la procesionaria en Formentera ya se ha convertido en una plaga endémica y el el mismo Govern ya ha reconocido públicamente que no tiene solución, «por lo que tendremos que convivir con esta plaga como hacemos con otras que no se supieron controlar, como las culebras».

En el caso de la procesionaria, ha indicado en su exposición de motivos, las orugas disponen de pelos muy urticantes por todo el cuerpo, lo que le hace especialmente peligrosa para personas y animales no sólo por el hecho de estar en contacto con ellas, si no sólo con sus pelos. «Este contacto se puede dar simplemente por estar bajo un pino infectado, tocar las hojas caídas o bien porque el viento escampe estos pelos a cientos de metros del árbol», ha enumerado Córdoba.

Como ejemplo de esta «peligrosidad para animales y personas» el portavoz de Sa Unió ha citado las recientes informaciones publicadas en Periódico de Ibiza y Formentera que ponen de manifiesto el notable aumento de los casos de patologías derivadas de esta plaga tanto en mascotas como en seres humanos y sus posibles efectos, especialmente en los perros.

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En cuanto al contacto con los pelos de la procesionaria que se desplazan por el aire, esto provoca en los animales una gran irritación de las mucosas de los ojos, que les hace rascarse de manera desesperada, lo que a su vez les produce lesiones en los párpados. En el caso de las personas, se produce una urticaria que ya ha llevado a muchas personas a ser tratadas en el hospital de Formentera.

Con estos antecedentes, desde Sa Unió han calificado de «imprescindible» que los residentes de la isla tengan un conocimiento completo y exacto de la procesionaria, con la que tendrán que convivir a partir de ahora».

El equipo de gobierno se ha querido sumar también a esta propuesta, y ha propuesto la inclusión de un segundo punto en la redacción del texto en el que se insta al Govern balear a que siga haciendo tratamientos aéreos y terrestres para tratar de controlar esta plaga. «Somos conscientes de lo que significa esta plaga para Formentera», ha asegurado el conseller de Medio Ambiente, Toni Tur, «y pensábamos que era necesario dejar claro que desde el Consell no bajamos los brazos y es necesario seguir reclamando a la Conselleria balear de Medio Ambiente que siga haciendo los tratamientos» que se han ido haciendo hasta la fecha para controlar la plaga. Tur ha invitado a su vez a la oposición a elaborar propuestas para la realización de esta campaña.

Finalmente, Lorenzo Córdoba ha apuntado que la isla se encuentra en la situación actual en relación a la procesionaria por haber tomado en el año 2015 una decisión «política» en lugar de hacer caso a los técnicos. En este caso, la decisión la adoptó la consellera de Medio Ambiente en la legislatura 2011-2015, Silvia Tur, de Gent per Formentera. Los técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente del Govern balear dijeron que había que hacer un tratamiento aéreo con un insecticida autorizado, y de esa forma se habría erradicado totalmente la plaga en la isla.

En este sentido, ha recordado las declaraciones realizadas en más de una ocasión por el jefe de Sanidad Vegetal del Govern balear, que alertaba de que o bien se tomaba la decisión de fumigar con insecticida o la isla tendría un problema para toda la vida. Sin embargo la decisión «política» de la consellera fue que «no quería que se utilizase ese producto», por lo que «el problema ha ido creciendo y nos encontramos con que se ha extendido por toda la isla», ha insistido el portavoz de Sa Unió.