Rafa Ramírez (PSOE) y Alejandra Ferrer (GxF) conversando con este rotativo el pasado 7 de diciembre. | Irene Arango

Los portavoces del PSIB y de GxF, Rafa Ramírez y Alejandra Ferrer, han pedido este jueves al presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, el cese de los consellers del PP José Alcaraz y Verónica Castelló. Córdoba ya les exigió la dimisión días atrás y los portavoces de la oposición consideran que ha de ir más allá y cesarlos porque «lo que está en duda es la autoridad del presidente», ha dicho Ramírez. Ferrer, por su parte, ha señalado que «si no hay ceses, la autoridad del presidente quedará diluida». Una forma de blindar a Córdoba para evitar que dimita, tal y como le exige Sa Unió.

Ramírez y Ferrer han sido los protagonistas de un debate celebrado en IB3 Ràdio en el que también ha participado Córdoba, quien ha insistido en que los responsables de la grave crisis abierta por él mismo en el Consell son Alcaraz y Castelló. Todo ello a pesar de que fue él quien, hace ya tres semanas, abrió en canal el Gobierno insular al anunciar en un críptico mensaje que, como diputado autonómico, no apoyaría incondicionalmente al Govern de Marga Prohens.

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Tibios

Los portavoces del PSIB y GxF se han mostrado tibios con un Córdoba que no ha dudado en recurrir al victimismo para defenderse de las graves acusaciones formuladas en su contra por Sa Unió y que se centran en su pretensión de chantajear al Govern de Marga Prohens para que le pagara un sobresueldo con la excusa de que no cobra lo suficiente para ejercer su labor como diputado en el Parlament. Tanto Rafa Ramírez como Alejandra Ferrer han apuntado hacia Sa Unió como responsables de la crisis y ambos han dejado claro que es necesario que Llorenç Córdoba cese a Alcaraz y Castelló. No han explicado, sin embargo, cómo podría sostenerse el actual Gobierno de Formentera, que quedaría en minoría con dos consellers menos. Ferrer se ha limitado a señalar en este sentido que, efectivamente, «habrá problemas» porque estos dos consellers «no dejarán sus actas» pero ha considerado que «habrá que tratar de negociar con estas dos personas y con la oposición».

Ramírez y Ferrer, por otro lado, han insistido en su negativa a escuchar las grabaciones que tiene Sa Unió contra Córdoba. A pesar de que ambos habían ex+igido estas pruebas de manera insistente hasta el lunes, en el mismo debate han señalado que escucharlas podría colocarles en una situación comprometida si no fueran legales. «Que no nos metan en líos de pruebas», ha afirmado el portavoz del PSIB sobre esta cuestión, «como partido serio, no entraremos. Cada poder tiene su espacio». Alejandra Ferrer, por su parte, ha afirmado que estas pruebas tienen que «hacerse públicas y, si son delito, llevarlas a Fiscalía para que decidan los jueces y el pueblo de Formentera».

El apunte

Rafa Ramírez a Llorenç Córdoba: «Es el político que más cobra de Formentera»

Los micrófonos de Al Dia Pitiüses, de IB3 Ràdio, reunieron ayer a los portavoces de GxF y PSOE en Formentera, Alejandra Ferrer y Rafa Ramírez, además del presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, quien volvió a pedir a Sa Unió que presenten las pruebas de su presunto chantaje al Govern. «Ahora resulta que estoy arruinado, que estoy loco, que soy un extorsionador… Yo estoy bien tranquilo, no he hecho nada mal. Si tienen pruebas, que las presenten. Yo estoy tranquilo, pero no con la campaña de acoso y derribo desde el PP de Formentera hacia mi persona».

El socialista Ramírez, por su parte, dudó de la capacidad de Córdoba de ejercer su autoridad a la hora de pedir las dimisiones de los consellers Alcaraz y Castelló: «Si no hay dimisiones, que haya ceses, porque si no lo que está en duda es la autoridad». Ramírez también echó en cara que Córdoba se quejara de su sueldo. «Usted percibe 54.000 euros brutos como presidente, una dieta de en torno a 25.000 y 30.000 euros más gastos diarios de 210 euros como diputado, más la dieta del Consejo de Administración de APB. Será poco o mucho, pero es el político mejor pagado de Formentera»., señaló el socialista.
En este sentido, Ferrer destacó que el trabajo de político «es vocacional, y esto se tiene que tener claro. Todos estamos informados del sueldo que tendremos antes de presentarnos a unas elecciones y lo que implica estar en una institución. Es un sueldo con el que se puede vivir y hay mucha gente que cobra bastante menos que nosotros».

Córdoba negó que él se hubiera quejado del sueldo que cobra y que no dimitirá «porque no me lo perdonaría el pueblo de Formentera».