U n centenar de chavales aprendió ayer que los humanos somos conductores de la electricidad viendo como a un compañero suyo se le erizaban los pelos o aprendieron que una pila está fabricada a base de carbón y ácido fabricando una ellos mismos. Los chavales realizaron estos experimentos en el marco del taller de electricidad que estos días, y hasta el próximo día 21, se celebra en Can Ventosa.

El taller ha sido organizado conjuntamente por la Fundación «la Caixa» y el Ayuntamiento de Eivissa. María Antonia Mayol, licenciada en Químicas, se ha trasladado desde Palma para impartir en Eivissa la serie de cursos sobre la electricidad: «El objetivo de los cursos es acercar a los chavales a la ciencia, para que dejen de considerarla como algo puramente teórico. En este sentido, se trata de que ellos lo hagan y lo descubran todo. Yo únicamente les proporciono los materiales y les doy las líneas maestras».

A lo largo de la clase los chavales se suben a las sillas cogiéndose de las manos para demostrar a sus compañeros que si el primero de la hilera toca un generador de electricidad en marcha el resultado no es la inmediata eletrocutación del incauto alumno sino que la electricidad pasa por todos ellos hasta llegar al pequeño plumero que sujeta el último de la hilera. Los alumnos observan encantados como, poco a poco, las fibras de papel del plumero se van levantando por la electricidad que pasa a través de sus compañeros.