El retraso de dos semanas en la entrada en vigor de la ley urbanística urgente, que fue aprobada por lectura única para anticipar su aplicación, ha recibido críticas desde el propio Govern. El conseller de Treball, Eberhard Grosske, se mostró sorprendido por la demora en la entrada en vigor de una ley que tiene por objeto frenar con urgencia la presión urbanística que padece Balears. «Me gustaría que la ley hubiese entrado en vigor 24 horas después de su aprobación en el pleno del Parlament; no me parece bien lo que ha ocurrido y para esto no hubiese hecho falta presentar la ley por lectura única», admitió Grosske.

El PSM, partido integrante del Govern, también cuestionó ayer el retraso en la publicación de la ley urbanística urgente. Joan Bosco Gomila, portavoz del PSM en el Parlament, admitió que el error «nos llama la atención». «No es lógico lo que ha ocurrido, y esperamos que sólo sea cuestión de días y que, al menos, no se publique dentro de un mes», ironizó Bosco Gomila.

Precisamente, la ley urbanística urgente fue publicada el martes en el Boletín Oficial de les Illes, y ayer entró en vigor. El Govern justificó el retraso porque el Parlament había devuelto tarde la ley para que fuese publicada en el Boletín Oficial. Según un portavoz del gabinete autonómica, la ley fue entregada al Govern el pasado jueves.

No obstante, desde el Parlament se precisó ayer que la ley fue devuelta al Ejecutivo el martes, y no el jueves, es decir, hace una semana. El Govern optó por no editar un Boletín Oficial extraordinario para publicar la ley, a pesar del carácter urgente de una ley que fue aprobada por el Parlament hace dos semanas por el sistema del lectura única. La Cámara autonómica retuvo el texto durante una semana, y fuentes extraoficiales alegan que la demora se produjo por la falta de la firma del secretario primero de la Mesa, el verde Joan Buades.

En relación a la demora en la publicación de la ley, la ex consellera de Presidència, Rosa Estaras, precisó que cuando el PP gobernaba «las leyes importantes se publicaban en el Boletín Oficial 48 horas después de su publicación, como máximo». «Si había leyes de gran trascendencia se editaban números extraordinarios del BOIB y, si hacía falta, trabajaba toda la plantilla en sábado para sacar a la calle el Boletín», explicó.