La población extranjera residente y empadronada en los municipios de las Islas ha registrado un alza del 105 por ciento en los últimos años, al pasar de 38.260 inscritos en 1998 a 78.504, según el último censo realizado por l'Institut Balear d'Estadística (IBE) entre octubre y diciembre de 2000. El director general d'Economia, Antoni Monserrat, del cual depende el IBE, indica que esta evolución está motivada «por el fuerte crecimiento que ha tenido la economía balear en el último lustro, lo que ha propiciado que se haya necesitado mano de obra, la cual no ha podido ser cubierta por la población residente balear y peninsular».

Mallorca, con una subida del 120'08%, es la isla que ha registrado el mayor aumento de extranjeros empadronados, con 61.472 personas (27.932 en 1998). En cuanto al volumen por municipios, Palma capitaliza el ranking con 21.928 extranjeros (167'06% de incremento), seguido por Calvià (7.828, que representa una subida del 59'49%), Manacor (3.685, con un alza de 329%) y Llumajor (2.454 empadronados y un aumento porcentual del 83'27%).

En Menorca, los ayuntamientos con mayor número de extranjeros empadronados son Maó (1.395), Ciutadella (792), Alaior (712) y Es Castell (607). En el conjunto global de esta isla las cifras estadísticas indican que si en 1998 había registrados 2.371 extranjeros, a finales de 2000 la cifra se situó en 4.501, un 89'84 por ciento de diferencia.

En las Pitiüses, Santa Eulària lidera este ranking con 3.753 inscritos, seguido de Eivissa (2.385) y Sant Josep (2.141). La suma global de extranjeros en Eivissa y Formentera asciende a 12.531, frente a los 7.957 de 1998, un 57'48 por ciento más.