Falta de formación y de programas educativos que incidan en valores de igualdad y partes judiciales que no especifican las causas exactas de las lesiones que detecta un médico al revisar a una paciente. Estos son algunos de los obstáculos que hay que eliminar para evitar y hacer efectiva la intervención de la justicia, los médicos, los agentes de seguridad y los asistentes sociales en los casos de maltrato a la mujer. Esta fue una de las conclusiones que se pudieron extraer ayer de la mesa redonda que se estableció en el Consell entre miembros de la Comisión Interdisciplinar de Coordinación de Maltrato y Agresiones Sexuales de Eivissa y Formentera.

La intervención más destacada del debate, por la dureza y claridad de los términos empleados, fue la de Mª Àngeles Leciñena, médico de Urgencias de Can Misses, que lejos de admitir un posible descenso de estos casos de auténtico «terrorismo doméstico», aseguró que «están estancados». La médico recalcó, además, que la mayor parte de las mujeres agredidas sólo acude al hospital cuando la lesión es tan grave que peligra su vida. El juez decano de Eivissa y Formentera, Juan Carlos Torres, coincidió con Leciñena al reconocer que los partes judiciales, que son el reflejo que hace el médico sobre las lesiones detectadas, a veces «no especifican que la agresión sea doméstica», un hecho que se debe a falta de formación por parte del personal sanitario y que obstaculiza la intervención de la justicia.

Los asistentes señalaron la importancia de elevar al ámbito público estas agresiones, ya que su alcance «trasciende el ámbito privado». En el debate quedó claro que ante una mujer con indicios claros de sufrir agresiones sexuales todos los organismos deben insistir en ello aunque la víctima lo niegue y que hay que dedicar tiempo y derrochar sensibilidad con estas mujeres, detalles que a veces se pasan por alto lo que implica que la víctima no cuente la verdadera dimensión de la agresión.

Tanto los representantes de la Justicia como los integrantes de los servicios de atención a mujeres agredidas de Eivissa aseguraron que ha mejorado la vía de denuncia y seguimiento de estos casos aunque remarcaron que queda mucho por hacer, como mejorar la coordinación entre agentes.