Aina Calafat dirige desde el 99 el CAE, Consell d'Agricultura Ecològica de Balears. Esta bióloga ha participado en los últimos días en un curso sobre agricultura ecológica que se imparte en Can Marines para hablar sobre la erosión de los suelos y el agua. «Son dos problemas bastante graves que tenemos en las islas por el clima, las características del terreno y por la gestión que se está llevando en el suelo», explicó Aina Calafat.

«La agricultura ecológica intenta evitar en lo posible, o al menos minimizar, la erosión con aportes de materia orgánica mejorando su estructura»,mencionó la responsable del CAE. Calafat señaló que el tipo de gestión que se lleva de las fincas en agricultura ecológica «intenta minimizar el uso de agua y evitar aumentar la salinidad que ya tiene de por sí debido a la sobreexplotar los acuíferos».

Respecto a la necesidad de concienciar al colectivo de agricultores sobre el ahorro de agua la directora técnica del CAE señaló que «se podría economizar más, y de hecho los agricultores son los que más la economizan. El problema es que todos los demás sectores están utilizando cantidades muy grandes de agua y los agricultores no ven la necesidad de economizar más cuando en realidad es necesario, sobre todo en las Pitiüses, donde sus aguas están muy salinizadas debido a que se sobreexplotan demasiado los acuíferos».

Al responder si la agricultura ecológica significa una vuelta atrás en las formas de tratar el terreno Calafat matizó que «es la combinación de la agricultura basada en tres mil años de experimentación que estábamos practicando hasta mitades del siglo XX con los avances científicos». «La agricultura ecológica tiene mucho futuro. Es la que mejor garantiza la perdurabilidad del terreno porque no lo degrada, asegurando su fertilidad por más tiempo. Ayuda al productor a independizarse de agentes externos como abonos y plaguicidas y al consumidor le garantiza un producto final de calidad», explicó.