Los ratos soleados invitaron incluso a disfrutar de los helados, como en un día normal de primavera.

El temporal apenas rozó ayer las Pitiüses a pesar de las previsiones de vientos de hasta 100 kilómetros por hora. Finalmente las rachas de viento más fuertes oscilaron entre 40 y 60 kilómetros por hora y, salvo algún chubasco, las lluvias no fueron intensas. Este hecho se debe, según explicó ayer Agustí Jansà, responsable del Instituto Nacional de Meteorología (INM) en Balears, a que la borrasca se formó más al Este de lo previsto, afectando a Mallorca y Menorca y menos a Eivissa y Formentera.

El temporal que se ha saldado con molestias a miles de pasajeros de barcos, daños en las playas, acumulación de algas y destrozos en mobiliario público, ha dejado, sin embargo, una buena noticia en las Pitiüses ya que el déficit de agua se ha quedado en un 1 por ciento. Esta cifra, además de significar que no hay sequía, revela que la caída del déficit ha sido de 19 puntos en un mes ya que a finales del mes de febrero la falta de agua era de un 20 por ciento. Jansà aseguró, además, que según los datos de los que dispone el INM, a mediados del mes de abril de 2001 el déficit era del 23 por ciento.

Con respecto a las previsiones para las próximas horas Jansà aseguró que el tiempo mejorará en relación a los últimos días pero que se mantendrá inestable y cambiante y que es posible que empeore durante el fin de semana. El responsable del INM de Balears aseguró que estas variaciones «son propias de la primavera» aunque reconoció que los contrastes están siendo más fuertes este año. Prueba de ello es que hace dos semanas se llegaron a alcanzar los 240C a mediodía mientras que ayer la temperatura en Eivissa a las 12'00 horas era de 120C.

El oleaje forzó la suspensión de varias líneas marítimas
El oleaje, que fue remitiendo durante la tarde, unido al cierre del puerto de Palma durante casi una hora, provocó varias cancelaciones que afectaron a Eivissa. Baleària tuvo que cancelar las líneas Palma-Eivissa- Dènia del «Federico García Lorca», lo que se sumó al retraso de la llegada del «Manuel Azaña». Con respecto a las comunicaciones con Formentera sólo pudieron realizarse tres de los siete trayectos habituales. La mala mar a primera hora de la mañana con vientos de fuerza 6 a 7 fue la causante de las cancelaciones. Por la tarde los vientos se fueron calmando. En el aeropuerto no se registró ninguna incidencia dado que las rachas de viento no fueron muy fuertes en la pista. «Unos 40 Km/h», señalaron ayer fuentes de Aena.