Uno de cada cinco pacientes terminales muere en soledad en Eivissa. Este dato aparece recogido en la tesis doctoral «Evaluación de los derechos de la persona en situación terminal en un hospital general» realizada por el doctor José Ignacio Ricarte, médico sustituto de familia en el centro de salud de es Viver. Ricarte obtuvo la mención «cum laude» por la tesis. «Tenemos que saber que hay pacientes que mueren solos», señaló Ricarte. Durante el estudio, percibió la necesidad de acompañamiento entre los enfermos terminales: «Desean recibir más compañía».

Para hacer este trabajo, el doctor Ricarte estudió los casos de 102 pacientes en situación terminal, mayores de 18 años, diagnosticados entre el 1 de enero de 1998 y 30 de junio de 2001. De estos 102 enfermos, 58 proceden del hospital San Jorge de Huesca y 44 de Can Misses de Eivissa.

El estudio se planteó inicialmente ante las necesidades de los pacientes terminales. El doctor Ricarte comprobó, a través de su tesis, el grado de respuesta de los diez derechos de la persona en situación terminal de la Sociedad Catalano Balear de Cuidados Paliativos. La puntuación media, tras este estudio, es de 7'43. «Estamos aprobados, pero hay cuestiones que se pueden mejorar mucho. No se trata de una crítica, sino de una reflexión para los profesionales», precisó. Destacó, además, la labor que realiza la Unidad de Cuidados Paliativos y el servicio de Hospitalización a Domicilio de Can Misses.

En cuanto al derecho a ser tratado como persona humana hasta el fin de su vida, el 94'12% reconoce que ha sido tratado con respeto y cortesía por el profesional sanitario. Sin embargo, «la dimensión psíquica, social y espiritual queda desatendida», indicó. En cuanto al grado de intimidad, Eivissa tiene menos que Huesca ya que en Can Misses no hay restricción de pases de visitantes. Respecto al derecho a recibir una atención personalizada, «se valora la atención de médicos y enfermeras, pero los pacientes me comentaban que se desconocen aspectos sobre la biografía». En cuanto a la toma de decisiones del paciente, Ricarte señaló que «en Eivissa se informa mucho más que en Huesca y se le da más información a los jóvenes que a los mayores». Otro de los baremos que se utiliza es el dolor y el derecho a la información. El 70'45% de pacientes de Eivissa, más que en Huesca, quieren saber lo que tienen. «Los enfermos que saben lo que tienen están mucho mejor adaptados que los que no lo saben. Es cierto que les puede deprimir, pero no está justificado el miedo a la depresión».