Los estudios realizados hasta el momento para la elaboración del Plan Territorial Insular (PTI) han demostrado al equipo de Gobierno del Consell que la Norma Territorial Cautelar de octubre de 2000 se ha quedado corta, según se admite en el preámbulo de la nueva moratoria que se llevará a pleno el martes para su aprobación inicial. La vorágine constructora que se vive en las Pitiüses es tal que, según se señala en ese texto, «la aprobación del avance del PTI podría suponer, paradójicamente, la imposibilidad de cumplir algunos de sus objetivos básicos».

· 11 unidades sin actuación. Para frenar esa construcción, la moratoria, más dura que la anterior, incluye la imposibilidad de promover, aprobar o autorizar ningún tipo de actuación que implique obras de urbanización o de edificación -incluso de otorgar licencias de obras de usos o de actividades- en tres unidades de actuación de Eivissa (la 8, 12 y 13, correspondientes a ses Feixes de es Pratet), en tres zonas de Sant Josep (AA-4.9, AA-4.5 y SU-3.2, ésta en sa Caixota), en Cala Pada, Cala Martina, Punta Arabí, es Canar y Cala Llenya (todas ellas en Santa Eulària) y en dos unidades de actuación de es Cubells (Sant Josep), las UA 3.4.1 y 3.4.2.

· Restricciones en rústico. En las áreas naturales de especial interés (ANEI) no se podrán autorizar más viviendas unifamiliares aisladas, mientras que en las áreas rurales de interés paisajístico (ARIP) la superficie mínima exigible para permitir una edificación será de 40.000 metros cuadrados, 30.000 más que antes de esta moratoria. Además, se crean los «conectores ecológicos de áreas de interés agrario», en los que cuando sea posible autorizar una casa la superficie mínima exigible será también de 40.000 metros cuadrados. Por otra parte, se requerirá un mínimo de 25.000 metros cuadrados para una edificación residencial unifamiliar en las superficies de suelo rústico incluidas en unas nuevas zonas bautizadas en el avance del PTI como áreas de interés agrario. Actualmente, Sant Antoni es el ayuntamiento más restrictivo en suelo rústico, pues exige 15.000 metros cuadrados, el doble que Sant Josep y Santa Eulària.

· Dónde construir. Además de determinar las superficies mínimas, en la moratoria se indica cómo se pueden construir las nuevas viviendas (si queda algún espacio), algo que ya se hace en los planes de ordenación de los recursos naturales (PORN) de Cala d'Hort y de ses Salines. Las viviendas deberán «ajustarse a la tipología propia del medio rural», y su configuración y morfología deberán ser «adecuados a la topografía de los terrenos». El emplazamiento se hará en la parte de la parcela «en que resulte menor el impacto de la edificación», y se «minimizarán las excavaciones y aportaciones de tierra».

· Cuánto construir. Y además, también se fija cuántos metros cuadrados se podrán construir en suelo rústico. Para las viviendas unifamiliares aisladas la superficie máxima de ocupación será de 200 metros cuadrados, y no podrá exceder de 300 si se suman a ella los anexos y los espacios pavimentados. El volumen máximo será de 900 metros cúbicos, excepto para determinadas zonas, donde no podrán sobrepasar los 600 metros cúbicos.