Aún no es el gran pacto social por el que suspiran el Ejecutivo y los agentes sociales desde hace años pero es lo más parecido a esa propuesta. El president Antich, los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras (CCOO), Lorenzo Bravo y Josep Benedicto y el presidente de la CAEB, Josep Oliver, firmaron ayer el documento titulado «Bases para el diálogo sobre el pacto de la competitividad, el empleo y la cohesión social en Balears».

La firma se desarrolló con solemnidad protocolaria en la Capella del Consolat de la Mar ante representantes de las instituciones (no estuvo la consellera de Treball, que tenía un compromiso previo en Eivissa) y de las organizaciones firmantes. La PIMEM, que agrupa a los pequeños empresarios, no participó en la firma pues una sentencia, que será recurrida, no le reconoce representatividad suficiente.

La consecuencia más inmediata del acuerdo que ayer se escenificó es la constitución de tres mesas sobre Economía, Turismo y Ocupación y Cohesión Social para el diálogo, la concertación y la negociación, donde se fraguará el Pacto por la Competitividad, la Ocupación y la Cohesión Social en las Islas.

El acuerdo, y este punto lo destacó especialmente el president, excede del acuerdo en materia laboral. De hecho la voluntad de acuerdo entre las partes no se traduce en ningún compromiso para aminorar la reivindicación laboral ni ninguna medida genérica ante la negociación colectiva. Así, Lorenzo Bravo insistió en la importancia de la reivindicación (durante la firma, «reivindicó» un vaso de agua y le trajeron una botella) y José Benedicto dijo que los conflictos no son intrínsecamente rechazables pues ayudan a avanzar. El presidente de la CAEB destacó la importancia del día de ayer y defendió el diálogo como única manera de avanzar.

«Difícilmente se podrán acometer los necesarios cambios de transformación sin que hubiese paz social entre los empresarios y los sindicatos», remarcó Oliver.

La PIMEM no fue invitada a firmar el documento porque perdió una demanda de la CAEB por considerar que la representatividad de la federación de las pequeñas empresas estaba sobredimensionada. Para tener la representatividad necesaria hay que superar el 25%. PIMEM expresó su malestar por entender que lleva 30 años de actividad en Mallorca. Antich dejó ayer claro que se recogerán sus aspiraciones aunque «legalmente» no pueda firmar.