J. L. M. La Asociación de Asalariados del Taxi de Eivissa ha denunciado la existencia de «coacciones» por parte de algunos empresarios del sector hacia sus asalariados para que secunden los paros convocados en protesta por la decisión del Consell d'Eivissa de concederle licencias temporales para el verano. Al parecer, algunos asociados aseguraron a la asociación que habían sido amenazados por sus patronos con represalias de dejarlos sin trabajo si no secundaban la huelga del pasado día 1 de enero, hecho que el colectivo ha denunciado ante el Ayuntamiento de Eivissa, según confirmó a este periódico el presidente de la asociación, Alejandro Cardell.

«Hemos recabado varias quejas en ese sentido de personas que, por razones obvias, desean permanecer en el anonimato», explicó el portavoz de los asalariados. Cardell añadió que ha presentado un escrito ante el Consistorio y se ha reunido con el concejal de Movilidad, Joan Rubio, a quién ha hecho partícipe de esta situación.

Según precisó, las «coacciones» se han producido «uno a uno, de una forma muy sibilina, con frases como: mejor que te tomes el día libre». Sin embargo, el portavoz de los asalariados añadió que algunos propietarios de taxis han confesado sentirse «presionados» también por sus compañeros «y les han amenazado con expulsarles de sus asociaciones si no secundaban la huelga», aseguró.

Cardell expresó la «reprobación» del colectivo de taxistas asalariados a esta actitud de los patronos, y aseguró: «No queremos pelear con ellos porque tenemos las de perder».

El presidente de la asociación de asalariados rechazó la pretensión de los patronos de que las licencias que el Consell quiere otorgar recaigan en dicho colectivo, ya que defiende que deben ser los asalariados, «que carecemos de licencias», los que las reciban. «Se sienten ofendidos porque nos las conceden a nosotros, pero ellos también reciben; y nosotros pensamos que siempre que se dé una licencia ha de ser para los asalariados porque el dueño del taxi ya tiene una».

En la misma línea, Alejandro Cardell reclamó que se concedan «todas las licencias que están pendientes de resolver» y que éstas sean fijas y no temporales.