La nueva Ejecutiva, durante la intervención de Leire Pajín. Foto: PERE BOTA

Francesc Antich se refirió ayer al PSIB como el partido «de la gente» y le encaminó a «actuar sin doctrinas ni prejuicios» para sacar adelante sus proyectos.

En su discurso de clausura del XI congreso aludió expresamente a «los tiempos difíciles que vienen» por la situación económica, tendió la mano al PP para buscar una salida a la crisis y proclamó su compromiso de «impulsar un cambio de modelo económico».

«Trabajaré con humildad y dedicación», afirmó el secretario general como colofón de un cónclave tranquilo y sin voces discrepantes que sirvió para reformar ampliamente la dirección del partido y ofrecer una «foto de situación» del momento actual del partido. Todas las personas que están en condiciones de asumir el liderazgo del partido cuando Antich lo deje (dentro de cuatro años) están en la nueva Ejecutiva que, tal y como se informó ayer, incluye por primera vez a una mujer, a Rosa María Alberdi, en la Secretaría de Organización.

La nueva dirección reúne experiencia y juventud, contenta a todas las federaciones del partido (fue aprobada con el 95,52 por ciento de los votos); incluye una amplia representación de Eivissa en las vocalías (lo que muestra que la crisis con la organización de esa isla se está cerrando) y cuenta con un peso importantísimo de la poderosa organización que dirige en Mallorca Francina Armengol. Joana Barceló (de Menorca) continúa como vicesecretaria y casi todas las personas que tienen cargos institucionales y continúan en la dirección, lo hacen en vocalías sin rango ejecutivo.

El PSIB recupera además la figura de la Presidencia (recaerá en un 'histórico' del partido en Inca, Sebastià Riera) y crea nuevas áreas, entre ellas la Secretaría de Acción Electoral. Miquel Mestre, hasta ayer secretario de Organización, será el nuevo responsable de Programas y Política Económica.

Las ocho caras nuevas de la ejecutiva, aparte del presidente, son Carme Tarrafeta (secretaria de Acción Electoral); Teresa Pou (Salud), el diputado de Eivissa Joan Boned (Medio Ambiente y Territorio); Joan Jaume (Educación y Cultura); Silvia Cano (Igualdad); Cristina Moreno (Políticas Sociales); la diputada de Menorca Margalida Mercadal (Trabajo e Innovación), y Pablo Martín (Política Institucional).

Desaparecen de la ejecutiva Rosario García (era secretaria de Trabajo y Cohesión Social); Esperança Ramis (Educación y Cultura); la consellera de Agricultura y Pesca, Mercè Amer (Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras); Cristina Ferrer (Igualdad), y Miquel Bennassar (Movimientos Sociales).

Doce vocales

Las vocalías pasan de nueve a doce, con siete nuevas caras: Santi Joan, Agueda Quiñonero, Artur Bagur, Silvia Limones, Carme Vidal, Pedro Campillo, y Josep Barrientos.

Desaparecen de vocales Carlos Salinas, Maria Gracia Muñoz (diputada autonómica), Bartomeu Ferrer, Xico Tarrés (presidente del Consell de Eivissa pasará a ser nato), Cosme Bonet y Antonia Riera.

En el núcleo ejecutivo de la dirección, eso es las secretarías con competencias concretas, hay más mujeres que hombres.

A la ceremonia de clausura asistió Leire Pajín, a quien Antich dijo expresamente que necesitaban «mucha ayuda del Estado» para sacar adelante sus proyectos. Leire Pajín le respondió que tendrían todo el apoyo de la dirección estatal. Todos los partidos, incluido el PP y de los agentes sociales y empresariales, asistieron al final del congreso que finalizó con La Internacional.