El Consell de Govern aprobó ayer el denominado «decreto Nadal», que agilizará las obras en tiempos de crisis y que obligará a los hoteleros a legalizar en ocho meses las plazas alegales. El precio que pagarán por plaza será de 4.000 euros y el dinero se reinvertirá en las zonas turísticas. El Govern calcula que podrá recaudar entre 70 y 90 millones de euros por la legalización de plazas.

El «decreto Nadal» nace con el objetivo de impulsar de forma urgente la actividad económica pública y privada, su aplicación es inmediata, y sólo necesita ser ratificado por el Parlament. No obstante, tanto Nadal como el president Antich se mostraron dispuestos a que se tramite como una ley para conseguir el consenso con el grupo popular.

Reducir burocracia

En síntesis, el «decreto Nadal» reducirá los plazos ordinarios de trámite en los procedimientos administrativos para todas aquellas inversiones declaradas de interés autonómico. «Hace cuatro meses, los hoteleros no hubieran soñado este decreto», dijo el conseller de Turisme en la presentación del acuerdo.

Por lo tanto, se reducen a la mitad los plazos para otorgar licencia y el Govern podrá acordar, también mediante decreto, los supuestos en los que es aplicable el sistema de declaración responsable para el inicio de una determinada actividad económica. Si de las comprobaciones se desprende la falsedad o inexactitud de los datos declarados, se suspenderá la actividad.