Los hoteleros de las Pitiüses están finalizando estas semanas los periodos de contratación con los principales touroperadores de Reino Unido, Alemania, Francia, Centro y Este de Europa y pronto lo harán con las grandes agencias españolas e italianas. La conclusión que saca la patronal hotelera de esta campaña no es precisamente muy halagüeña. «La mayoría de los hoteleros han sacrificado precios para ganar tranquilidad», resume el presidente de la Federación Hotelera (Fehif), Juanjo Riera.

En las negociaciones que se han llevado a cabo la mayoría de empresas pitiüsas han mantenido congelados sus precios base, una mala noticia que en el actual contexto se podría llegar a considerar como casi un éxito. Pero esta estabilización de precios no es más que una declaración de intenciones. En la práctica, las cuentas de beneficios pueden verse seriamente tocadas.

«Las tarifas básicas se mantienen pero en muchos casos se ha tenido que ampliar del 10% al 15% el descuento por reserva anticipada para contrataciones hasta marzo», explica Riera, quién apunta que dichos recortes afectan no sólo a los paquetes a través de agencia. «También se están haciendo en la contratación directa en las web», añade.

Premiar la anticipación

Menos ingresos pero, también en muchos casos, ventajas para los viajeros madrugadores; promociones que tienen su efecto en la cuenta de beneficios. «Además de por precio, se está haciendo una fuerte actividad promocional, ofreciendo regímenes de alojamiento superior a precio de otros inferiores (por ejemplo, dar media pensión a coste de sólo alojamiento), o campañas del tipo 'primer niño gratis'», señaló.

Premiar la anticipación «da más tranquilidad» a los hoteleros, que pueden hacer una previsión más realista con más tiempo. Pero también ofrece la ventaja de no perder clientes por el encarecimiento de los precios de avión. «La idea es copiar el sistema de las aerolíneas de cobrar más cuanto más tarde se reserva. Los descuentos de reservas de última hora en los hoteles presentan el problema de que el cliente puede encontrar una habitación muy barata pero que el vuelo le sale muy caro», apuntó Riera.

Para mitigar estos problemas, los hoteleros piden más promoción o, en su defecto, «elegir mejor la promoción y no hacer experimentos». En este sentido, Riera reivindica centrar el gasto en los destinos 'fieles' y definir ya las actuaciones de publicidad.

«Llega la Navidad, por lo que el dinero disponible se lo llevan los regalos. La compra de vacaciones no se empezará a notar hasta febrero o marzo, por lo que es fundamental definir las estrategias para iniciar la promoción a primeros de año y no llegar demasiado tarde», refirió.