El servicio de menores del Consell d'Eivissa ha iniciado este año 167 expedientes, 47 más que el año anterior. Una vez valorados, se ha proporcionado protección a un total de 22 niños y adolescentes. El resto son expedientes de información previa en los que todavía se está valorando si es necesaria esa protección o en los que se está trabajando con el entorno familiar para proteger al menor.

 

La consellera de Política Social i Sanitària, Patricia Abascal, y la responsable del servicio, Lourdes Juan, explicaron que este aumento se debe a que cada vez hay una mayor sensibilización por parte de la sociedad. «Ahora si se ve que un niño no está bien se comunica y no se deja sólo en manos de la familia», remarcó Juan, que indicó que además en Eivissa hay más población que hace años y el servicio de menores se ha dado a conocer más.

 

En muchos casos no hay que recurrir a la protección, sino que se puede trabajar con la familia y el niño para impedir una nueva situación de maltrato. «Sacar al niño del domicilio es un problema muy grande para la familia; muchas tienen dificultades por muchas circunstancias, pero con un trabajo terapéutico se puede conseguir que estos chicos permanezcan en casa y se modifiquen ciertas actitudes», explicó Juan. De hecho, la consellera remarcó que el último paso que se da es retirar al menor del domicilio familiar. «Previamente se hace un trabajo conjunto con los servicios sociales de los ayuntamientos para ver cómo se puede modificar la situación garantizando la seguridad del niño; se trabaja mucho para evitar retirarlo, porque ya sufren mucho y arrancarles del entorno es doloroso porque son sus padres y es lo que conocen, sea bueno o malo», explicó Abascal.

 

El motivo más habitual de inicio de expedientes son las negligencias. Este año hasta fecha de 11 de noviembre se han producido 65 de estos casos y uno ha requerido protección. Le siguen 30 casos de maltrato físico, 32 por delitos o faltas cometidos por menores, veinte por maltrato emocional, nueve por abusos sexuales y ocho por abandono físico o emocional. También ha habido un caso de Menores Extranjeros no Acompañados (MENA).

 

Desde el Consell remarcaron que el tema de los abusos sexuales es muy «complicado». «Cuando llega una sospecha de este tipo se convierte en un caso de máxima prioridad», remarcó Juan, que indicó que si se trata de un abuso por parte de un familiar lo primero es proteger al niño si la familia no lo ha hecho ya.

 

Solución para abuso sexual

En algunos casos es necesario sacar al niño de su entorno, pero en otros puede haber algún miembro de la familia que se comprometa a proteger a ese menor de su agresor. También hay que denunciarlo ante Fiscalía o el Juzgado. En caso de que el abusador de menores sea una persona externa a la familia desde el Consell pueden asesorar y ofrecer apoyo psicológico a la familia. La mayoría de los casos que se dan son de abuso externo. Este año se han iniciado ocho expedientes por abuso sexual y sólo en uno de los casos el menor ha requerido protección del Consell.

 

Actualmente el Consell tiene 59 chicos tutelados, seis más que el año pasado. Los menores que se han incoporado este año son cuatro españoles, cuatro marroquíes, tres colombianos y un rumano. En el centro de menores y el hogar de Santa Eulària hay un total de 26 niños y adolescentes y uno que sólo está en el centro durante el día y duerme en su casa.

Las denuncias de menores proceden de la Policía, los Juzgados, de Fiscalía, de las escuelas, los Ayuntamientos y del hospital. También suelen denunciar familiares de los menores o vecinos. En las escuelas y en los centros de salud también existen protocolos de actuación para actuar ante un maltrato físico o un abuso sexual. Según Abascal, cada vez existe una mayor sensibilidad para garantizar los derechos de los menores.

Este año ha habido nueve solicitudes de adopción nacional y diez de internacional. Cada vez se producen menos peticiones, ya que por ejemplo en el año 2005 hubo 14 de nacional y 37 de internacional. Desde el Consell aseguran que es una tendencia que se da en toda España. Por un lado lo atribuyen a la crisis económica, pero también a las crecientes dificultades para conseguir las adopciones. Rusia y China cada vez ponen más trabas y tramitar una adopción puede durar tres años en vez de uno. Desde el Consell aseguraron que desde el Gobierno español se está trabajando para garantizar la seguridad en las adopciones porque en España los procesos a veces se han hecho «muy alegremente». En cuanto a acogidas familiares, hay un total de 36 menores, siete de ellos en el último año.