«La inauguración fue muy bonita pero esto es un desmadre», confesaba ayer una paciente del centro de salud de Sant Jordi que empezó ayer a funcionar con todos los problemas propios de una mudanza y la ilusión de estrenar unas instalaciones sanitarias más adecuadas a la población en crecimiento de la zona. «Es un comienzo costoso como todos los inicios, pero estamos en un pueblo donde la gente es muy sana y simpática», relataba una de las dos auxiliares administrativas que atendía al público. Ambas ya son veteranas y proceden del centro de salud de Es Viver. También se traslada de ese centro de Vila un médico de familia, una pediatra y un auxiliar de enfermería. Una de las novedades del centro es que contará con pediatra evitando asi desplazamientos a centros de salud de Vila.

 

El primer día de puesta en marcha del centro de salud de Sant Jordi ha estado marcado por los retoques de última hora, como fue el caso de la instalación ayer mismo de los programas sofware ocasionando un retraso en las consultas, algunos pacientes se querjaban de que esperaron una hora para ser atendidos, y en el funcionamiento del centro. También hay letreros de papel provisionales en las puertas de los despachos. Además se ha tenido que recurrir a mobiliario de otros centros, como las sillas de espera que algunas proceden del centro de Vila y otras de la unidad básica, a escasa distancia del nuevo. De hecho había personal de informática y mantenimiento del Servei de Salut balear en el centro de salud tratando de que todo funcionara con normalidad en su primer día de trabajo.

 

La impresión que ha causado el nuevo centro a los vecinos de Sant Jordi es positiva aunque algunos se quejaban del cambio de horarios de algunas consultas o de otros problemas derivados de una mudanza. «Es un poco de lío el primer día pero es muy bonito». Otros señalaban que «ya era hora de que se cambiara a este más grande» ya que la unidad básica de salud es de dimensiones mucho más reducida.

El nuevo centro de salud dará cobertura a más de 10.000 ciudadanos. El edificio cuenta con seis consultas de medicina de familia, seis de enfermería, una de pediatría, una sala de curas, una de cirugía menor, una de extracciones, una de fisioterapia, doce espacios polivalentes y otras tres salas. Una de las novedades del centro es la nueva consulta de pediatría que evitará desplazamientos a otros centros, como el de Can Misses o Es Viver.