Para todos los gustos y bolsillos: pareos, vestidos de atado y teñido, timbales, vasos de chupito, discos, llaveros, imanes, tazas y pulseras de Eivissa.

En las tiendas de regalos de Vila hay de todo, la mayoría son productos de aquí pero se pueden encontar de cualquier país, aunque si se das la vuelta a la mayoría de los productos todos vienen de China. Los dueños y encargados de estas tienen diferentes visiones de la situación comercial, lo hay positivos y los hay tremendamente negativos. Vicente Ganesha cuenta su experiencia tras llevar 14 años frente a uno de los negocios más míticos de las calles junto al puerto. «Ahora, se vende más barato porque con la situación de crisis hemos tenido que bajar los precios, se venden más cosas de menor precio, de cinco a 15 euros y no se gastan más, y aún así se lo piensan porque consideran que es caro. En Eivissa se trabaja muy bien y a gusto. Yo llevo toda mi vida dedicándome al comercio y creo que la mejor manera de estimular al público es el precio y la simpatía. En cuanto a este sector en el que vendemos objetos pequeños y de corta duración, lo ideal es ofrecer de todo: fusión, barroco, mezcla, esta es mi ideología. Aquí lo que más vendemos son pareos, curtas de niño y vestidos 'atado teñido'», explica Vicente.

Oscar, uno de los encargados de las tiendas de souvenir del puerto dice que como todos los años se vende un poco de todo y bastante diversificado. Este año, por ejemplo se ha puesto de moda la pulsera de Sara Carbonero y se vende en todos los colores. Para sorpresa de lo que se podía pensar, él cuenta que, «en comparación con otros veranos ha habido mucha gente». Además comenta que los días nublados o con lluvia arreglan agosto». Oscar cuenta una anécdota bastante esperanzadora, como él la define: «En general no roban mucho porque estamos pendientes en todo momento, pero el otro día ocurrió algo realmente sorprendente y humano, un chico vino a decir que entre todas las cosas que había comprado, en el ticket no aparecía que le hubiéramos cobrado una camiseta. Él ya hacía rato que se había ido y volvió para que se la cobráramos».

Los sombreros y cestas de las tiendas de senayó siempre se llevan y sin temporalidad. Estos establecimientos aunque siguen vendiendo se han visto un poco afectados por la crisis, pero al tratarse de un producto artesanal de la isla no tienen difícil salida.

Juan, propietario de una tienda de souvenirs dice que, «la mayor parte de las cosas que vendemos son artesanas: pulseras de latón, collares de semillas y flores para el pelo son nuestra especialidad y la mayoría los hacen mis hijos. Hemos tenido que bajar los precios porque si no, no vendíamos nada. Los italianos son por mucho los que más dinero se dejan este año», explica Juan.

Detalles para familiares y amigos, regalos de agradecimiento por acogerles en sus casas pero sobre todo, los turistas lo que más compran son regalos para ellos mismos.

Todos los vendedores coinciden en que hay que meter muchas más horas para llegar alcanzar los beneficios esperados y que si no tienes ni ofreces variedad no tienes éxito de ventas.