La esperada por algunos y temida por otros vuelta al 'cole' se produjo ayer en los colegios de Eivissa bajo un sol radiante y las perspectivas de un año académico lleno de diversión, amigos y enseñanzas.

Se trataba de un día de novedades y bienvenidas: las paredes estaban decoradas, el material escolar era nuevo y en las puertas colgaban carteles de bienvenida hacia los pequeños.

Rita, profesora de primero de primaria de Sa Graduada, comentaba sus primeras impresiones frente a su grupo de alumnos: «No ha llorado ninguno, lo que es normal, porque este grupo ya se conocía del año anterior». Mientras, sus alumnos jugaban y pintaban cuadros. «Hemos dedicado el día a decorar la clase, los percheros, las paredes, para que ellos vayan acostumbrándose a ella», decía la maestra.

Sobre las 13,30 ya comenzaban a reunirse algunos padres en la salida del colegio, esperando ansiosos a que sus pequeños salieran de su primer día de clase.

Neisa y Rosa, madres y amigas, comentaban cómo se había producido el hecho de volver al colegio en sus respectivas casas. «Cuando estaba acompañando a Adrián al 'cole' me decía que quería volver a casa a ver los dibujos animados», decía Neisa, a lo que Rosa añadía: «Mi hija Laura tenía muchas ganas de volver para ver a sus amigas. La vuelta a clase es algo que ya tienen asimilado y que les gusta».

Eva esperaba a sus dos hijas, Aroha y Naira, quienes hacía días que esperaban este día: «A las 6,45 horas le he dicho a Naira que volviera a la cama y me ha dicho que no, que quería ir al 'cole'. Tenía muchas ganas de ver a sus amigas, pero sobre todo a su 'profe'».

Poco antes de las 14 horas los padres de los alumnos de infantil entraron al recinto a buscar a sus hijos. El reencuentro fue algo emotivo para muchos, sobre todo para los de primer año. «El mío se ha puesto a llorar tan sólo con verme», comentaba Lucía, madre de Dani, de 3 años. «¿Te lo has pasado bien? ¿Quieres volver mañana?», preguntaba Manuel a su pequeña Lidia, de 3 años, a lo que ésta asentía con una sonrisa.

En la entrada principal de Sa Graduada los padres de los veteranos se abanicaban a la espera del sonido de la sirena que marcaría el fin de las clases. Al producirse la señal y el conserje abrir la puerta, todos se acercaron a la puerta mientras los niños salían en avalancha hacia el exterior.

Con una gran sonrisa en la cara, todos fueron reuniéndose con sus padres, que les preguntaban si se lo habían pasado bien o si sus profesores eran los mismos del año anterior. «Mi hijo no tenía demasiadas ganas de volver. Se ha pasado el verano en la playa y jugando con sus amigos y no le hacía mucha gracia dejar esto», decía Marta riendo mientras buscaba con la mirada a su hijo Javier, de 6 años.

María y Ana, dos compañeras de clase de 6 años, comentaban que «el 'cole' es divertido». «Los profesores nos dejan pintar y jugar». Ana, cogida de la mano de su madre, decía: «Yo tenía ganas de empezar para estar con mis amigas María y Carla».

Rápidamente todos fueron despidiéndose de sus compañeros, a la espera de volver a verse al día siguiente en la segunda de sus clases del año.