Esta imagen es cada vez más habitual en la Isla.

La tienda de barrio de toda la vida está de capa caida. Sin necesidad de que se implanten grandes superficies en las Pitiüses, los problemas de competitividad de muchos negocios surgidos al calor de la bonanza económica registrada hasta 2007 y la posterior crisis han provocado que cada vez haya menos comercios minoristas en Eivissa y Formentera. Así lo constata La Caixa en su último Anuario, donde refleja que uno de cada 10 pequeños negocios comerciales de las Islas ha tenido que echar el cierre entre 2006 y 2009.
Según las estadísticas que recopila la corporación catalana, Hace cinco años se registraban en las Pitiüses 4.063 comercios minoristas, el pico más alto de la historia. El pasado ejercicio, en cambio, la cifra había bajado hasta los 3.683, un 9,35% menos.
La capitalidad de Vila se deja sentir al ser el municipio con más comercios minoristas y también en el que más se han reducido en términos absolutos, que no en relativos. Así, en 2006 las tiendas registradas eran 1.886 y el pasado ejercicio habían pasado a 1.643.
La situación de Eivissa es relevante y llamativa por otro motivo ya que el cierre de locales se adelantó a la crisis. Así, la punta de establecimientos abiertos se sitúa en el inicio de la serie (1.738 negocios activos en 2007) y mantiene un descenso continuado. Algo similar ocurre en Sant Josep, que ha pasado de 379 a 312 tiendas abiertas. Eso sí, en el municipio de sa Talaia la herida, porcentualmente, es mucho más sangrante ya que supone haber visto reducido su tejido comercial en un 17,67%.
Tiempos de crisis
El caso de Sant Josep es el de una mayor disminución proporcional del número de tiendas abiertas en las Pitiüses, a excepción de Sant Joan. En este caso, ha cerrado uno de cada cuatro comercios abiertos, al pasar de 110 tiendas a 81. Es cierto que el reducido volumen de comercios hace que cualquier variación, en un sentido u otro, se deje notar más; pero también lo es que la relativamente baja población del municipio, su dispersión y las facilidades de transporte pueden estar convirtiendo a esta zona en una especie de 'población dormitorio'.
Del resto de municipios llama la atención el caso de Santa Eulària, el único en el que se ha incrementado la cifra de pequeños comercios activos entre 2006 y 2009, al pasar de 887 a 903. Hay que matizar que este leve incremento se produce sólo entre los extremos de la serie puesto que en la villa del río se produjo un aumento de negocios hasta 2008, cuando se llegó a los 1.016.