Francesc Vivas, presidente de la asociación Amics de Formentera, en una imagen tomada en Cala en Baster con vistas a Punta Prima y Eivissa al fondo.

Han sido diez años maravillosos. La gente que participa en la Volta a Formentera a Peu siempre se despide con la promesa de volver. Es muy bonito comprobar cómo disfrutan los participantes y la ilusión con la que se marchan después de haber descubierto rincones maravillosos de la isla». Con estas palabras resume Francesc Vivas, presidente de la asociación Amics de Formentera, los diez años llenos de caminos y sobre todo pasos que han dado en la pitiusa menor. Si bien la iniciativa arrancó gracias al impulso del grupo ciclista BTT Formentera, la vuelta tuvo un nuevo empuje con la creación de esta asociación en el año 2008. «Cada año hemos ido a más. Retomamos la idea con poca gente, pero ahora somos una junta directiva llena de ilusión y ganas de seguir adelante con esta idea. Además creemos que la vuelta tiene la función de puente cultural entre Formentera y Cataluña», asevera Vivas.

La cita de este año arranca este viernes. Por el momento cuenta con 130 personas inscritas y 35 plazas disponibles más. Las personas que quieran formar parte de esta aventura todavía pueden inscribirse (para los residentes en Formentera es gratis). La Volta a Formentera a Peu cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Formentera, Ibatur y el Consell de Formentera.

-Quizá parte del éxito de la vuelta sea que puede participar gente de todas las edades

-Desde luego porque han participado desde bebés en las mochilas con sus padres hasta personas de 85 años, pues existe la posibilidad de hacer la mitad de las etapas porque ponemos un servicio de bus para quienes quieran hacer sólo la mitad de las etapas. Además nunca repetimos los itinerarios y así quienes repiten siempre se sorprenden.

-¿Cómo seleccionan los caminos por donde discurrirán las etapas?

-Nosotros venimos unos días antes para ver por dónde podemos pasar y quitar, por ejemplo, maleza de los caminos.

-¿Qué novedades han preparado para la vuelta de este año?

-La sorpresa es la etapa número dos, que es la etapa de la amistad. Nos dividimos en dos y unos bajarán desde la Mola por los acantilados de levante y otros por los de poniente. Nos juntaremos todos en el caló de Sant Agustí y ya por la noche celebraremos el aniversario con una cena. Hemos creado un trofeo que se da a los cinco años de haber participado en la vuelta, que es una cerámica preciosa hecha por María Gelabert. Este año una ruta nueva desde s'Estufador siguiendo por el caló des Morts.

Otra de las novedades de este año es la ruta del camino que sale de Salines, pasa por encima de las murallas y vamos bordeando hasta el Molí de la Sal; esta ruta no se había hecho hasta este año.

-Seguramente habrán descubierto muchos rincones de Formentera gracias a la vuelta, ¿no?

-La verdad es que sí. Siempre hay algún sitio nuevo por ver. Por ejemplo, todo lo que son los acantaliados de levante los descubrimos nosotros. Hace años también incorporamos el salt a la isla de s'Espalmador estilo Rambo, eso sí, con precauciones. También desde hace años hacemos una vuelta en kayak.