La misionera Pilar Gilaberte ayer en la sede del Obispado. | ESTER REQUENA

Pilar Gilaberte siempre prestaba mucha atención a las charlas que algunos misioneros daban en su colegio. «Empecé a interesarme por las misiones mientras estudiaba; me sentía muy a gusto al escucharlos y conocer un poco lo que hacían. Me di cuenta de que trabajaban en lugares muy pobres y nos comentaban siempre los problemas de alimentación, higiene y educación que había», explica. «Además como joven cristiana que era me impresionaba mucho saber que en muchos pueblos no conocían el evangelio de Jesús porque en realidad nos carga de valores como solidaridad, reconciliación, respeto, justicia, amor y paz, por ejemplo. Y así, poco a poco, fui pensando que era importante que dedicara mi vida a las misiones», añade.

Con más de 20 años de misiones sobre sus espaldas, Pilar Gilaberte visita hasta el viernes diferentes centros educativos y parroquias de Eivissa con motivo del Domund para explicar en qué consistía su labor misionera en países como Etiopía o Costa Rica.

-¿Cómo acerca su experiencia misionera a los escolares?

-Primero les explico las necesidades de los países en los que he estado y, más tarde, paso unos audiovisuales para comparar con ellos unos continentes y otros.

-¿Recuerda su primer trabajo como misionera?

-Sí, mi primer país de misiones fue Sudán, donde trabajé en las periferias. Allí había gente muy pobre y nos centramos en la parte educacional y de cercanía de las personas. No tardé mucho en pasar a Etiopía, donde no había ni escuelas ni hospitales y, por supuesto, no había iglesias. Poco a poco fuimos creando escuelas, aunque mi experiencia más larga fue en Ecuador, donde estuve 20 años trabajando como misionera.

-¿Qué labor desempeñaba en Ecuador?

-Siempre me he dedicado más a la educación porque creo que es muy importante. Allí tenemos escuelas donde los jóvenes además de aprender conocimientos también adquirían nociones prácticas con las que más tarde, fuera de la escuela, podían conseguir algún dinero.

-¿Cómo define la labor del misionero?

-Desde mi experiencia personal, Jesús me ha conducido a compartir mi vida con los más pobres. No puedo quedarme encerrada en mis necesidades porque hay gente que tiene muchos problemas. El misionero deja un poco de lado sus problemas para centrarse en los de los demás. Ser cristiana me ha hecho entender muy bien que estoy llamada a compartir mi vida con los más vulnerables