La alcaldesa de Vila, Lurdes Costa, junto a diferentes representantes de las asociaciones cívicas durante la videoconferencia.

El Ayuntamiento de Eivissa, juntamente con el de Maó, denunció ayer la pérdida de representación de la administración municipal en el Consejo de Administración de Autoritat Portuària de Balears, tras la modificación de la Ley de Puertos. «No se nos puede sacar de aquellos organismos donde se toman las decisiones y se discuten las cuestiones del día a día», señaló la alcaldesa de Vila, Lurdes Costa. Vicenç Tur, su homólogo en Maó, apuntó a través de videoconferencia que no contar con las dos administraciones municipales es «no contar con la voz legitimada de la gente que tiene que decidir qué quiere, es menospreciar nuestra voz y esta es una actitud que no podemos permitir».

Toda esta polémica surge una vez modificada la ley de régimen económico y de prestación de servicios en los puertos de interés general donde se introducen diferentes cambios con el fin de reducir gastos y representantes en los órganos de debate y decisión. Tras estas premisas, el Consell de Govern aprobó el pasado viernes, según informó Costa, que los únicos dos puestos destinados a ayuntamientos han sido designados, uno, al Ayuntamiento de Palma y, el otro, a una entidad empresarial.

La alcaldesa de Vila explicó que antes de que el Ejecutivo autonómico tomase esta decisión, «yo misma envié una carta al presidente del Govern balear, al de Autoritat Portuària y al de Puertos del Estado manifestando nuestras reivindicaciones». Asimismo, Costa insistió con su petición al presidente Francesc Antich en una conversación privada: «La respuesta ha sido, de momento, el nombramiento de un único representante de la administración local», insistió la primera edil, que calificó la medida de «errónea, inaceptable y equivocada».

«Defender nuestra presencia»

Además, desde Vila quisieron hacer hincapié en que en estos momentos, en los que se ha puesto en marcha las obras de la remodelación del puerto, «no sólo no tenemos derecho sino que tenemos la obligación de defender nuestra presencia porque queremos decidir cómo tiene que ser nuestro puerto, el Club Náutico, qué mobiliario urbano queremos y, entendemos, que lo tenemos que hacer en el Consejo de Administración». Así, Lurdes Costa resaltó que es el «momento más desafortunado de la historia» para quedar fuera de este órgano. Aún así, la alcaldesa confió en que esto no empañe la continuación de las obras, aunque instó a hacer un seguimiento de las mismas «desde el sillón que nos pertoca».

Noticias relacionadas

El primer edil de Maó, por su parte, ha defendido la necesidad de que tanto puerto como ciudad, vayan unidos: «Quien más conoce las necesidades del puerto son sus usuarios, sus ciudadanos y la primera administración es el ayuntamiento, aquella que tiene más contacto». Así, y de forma conjunta, tanto Vila como Maó continuarán con la reivindicación con el fin de aspirar a un lugar en el Consejo de Administración de Autoritat Portuària. Para ello, harán extensiva su queja tanto a la Federación d'Entitats Locals de les Illes Balears (Felib), a la que pertenece Maó, y a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), de la que forma parte Eivissa, así como a los diputados de ambas islas para que intenten modificar la normativa.

«A día de hoy no consta oficialmente la composición del consejo»

Desde Autoritat Portuària señalaron ayer que aún no consta «oficialmente» la composición definitiva de este Consejo de Administración, con lo que no quisieron ni confirmar ni desmentir las palabras de los ediles de Vila y Maó. El organismo también destacó que los miembros del Consejo de Administración los nombra el Gobierno y, por tanto, desde Autoritat Portuària de Balears (APB) «aceptamos lo que viene». Aún así, fuentes de Ports lamentaron que la reducción de la representatividad «afecte a la administración municipal porque el organismo de la APB se destacaba por ser muy representativo tanto a nivel institucional como empresarial».

«Es la manera más ecuánime para evitar un agravio comparativo»

Desde el Govern balear aseguraron que lo único que se está haciendo «es cumplir con la nueva Ley de Puertos, que reduce drásticamente la representatividad». En esta línea, fuentes del Govern apuntan que se ha tomado la «difícil» decisión de que sea el puerto de Palma, «por ser el de mayores dimensiones». «En caso de que hubiera podido entrar otro puerto, el que lo haría sería el de Maó, porque es el segundo en dimensiones», aunque desestimaron esta opción para evitar causar «un agravio comparativo entre puertos de características similares» como Maó, Alcúdia o Eivissa. «Esta es la manera más ecuánime», apuntaron desde el Govern.