El Centre de Recerca Económica (CRE) ha augurado este jueves que la economía balear cerrará el año con un decrecimiento de entre el -0,8 y el -0,9 por ciento, a pesar de que durante el tercer trimestre de 2010 se ha atenuado el ritmo del descenso hasta un -0,4 por ciento.

El director del CRE, Antoni Riera, ha hecho esta estimación después de que esta semana el Govern considerase que el 2010 finalizaría con un decrecimiento del -0,5 por ciento. Además, ha remarcado que, pese a que durante el tercer trimestre la cifra todavía sea negativa (-0,4%), la comunidad ha conseguido «recuperar un punto porcentual» en sólo tres meses, «cuando antes tardábamos nueve meses».

No obstante, ha lamentado que la comunidad aún no sea capaz de salir de la «franja roja» de la economía debido, tanto a que determinados sectores -como la industria o la construcción- han «actuado de contrapeso», como a que la contribución del turismo no es suficiente, puesto que «no basta un balance sólo basado en la cantidad».

En este sentido, ha abogado por aplicar una estrategia turística diferente en las islas que consiga hacer frente a «una competencia cada vez más cualificada y competidora». Riera ha señalado que actualmente no se «garantiza la continuidad del turismo como motor de crecimiento regional», por lo que ha advertido que la política turística de la comunidad «no puede ser sólo de promoción».


Turismo

Además, Riera ha incidido en el aumento de la llegada de turistas internacionales durante los meses de julio, agosto y septiembre durante una campaña «que ha primado la cantidad por encima de la calidad» y en la que se han rebajado los precios, una estrategia que ha derivado en un incremento de algunos indicadores como, entre otros, la estancia media, el número de viajeros o las pernoctaciones.

Según el Informe elaborado por el CRE de Sa Nostra y la Universitat de les Illes Balears (UIB), Eivissa y Formentera son las islas más beneficiadas del giro que ha experimentado la coyuntura económica durante el verano. De hecho, prácticamente todos sus indicadores relacionados con el consumo han mejorado, a la vez que se ha observado una mejora en la oferta terciaria que ha repercutido de manera favorable en el escenario laboral, tal y como se pudo comprobar este jueves con los datos del paro de octubre.

También las Pitiüses han sido las más beneficiadas en la llegada de turistas internacionales durante el verano, de manera que Eivissa y Formentera tuvieron más de una quinta parte de los visitantes extranjeros de Baleares durante el mes de agosto, lo que se explica por el buen comportamiento de los procedentes de Italia, así como por la recuperación del mercado francés.

«El mercado laboral balear ha cerrado el balance del verano con síntomas evidentes de que lo peor de la crisis se ha dejado atrás», señala el Informe, que, tras apelar a la prudencia, remarca que hay «indicios incipientes» de que las principales constantes laborales registradas durante los primeros compases del ejercicio han tenido continuidad en la temporada alta.

El director del CRE, quien ha eludido hacer previsiones de la economía del próximo año, ha considerado que «difícilmente», si no se arreglan las causas que provocan la escasa actividad económica, habrá capacidad de generar ocupación, «con independencia de la tasa de crecimiento», coincidiendo con lo expresado este martes por el conseller de Economía y Hacienda, Carles Manera, quien vio «difícil» que se crease ocupación en 2011.

Asimismo, ha indicado que este incremento de turistas se debió al aumento de paquetes turísticos, por lo que sin touroperadores no habría cifras tan positivas, ha opinado.

Todo esto, ha explicado, ha permitido avanzar en un proceso orientado a intercambiar aceleración por crecimiento «como única vía para llegar a la recuperación».

Sin embargo, Riera ha hecho hincapié en algunos datos negativos como la tasa de desempleo, el hecho de que la inversión haya reculado un -3,8 por ciento, que el número de empresas disueltas se haya incrementado, que haya disminuido la contratación indefinida o que se haya reducido el importe destinado a nuevos proyectos.

Según el director del CRE, es necesario hablar de una transformación de la economía y, en este sentido, ha reiterado la necesidad de «controlar la vertiente cualitativa» del turismo de la comunidad, sumando valor al producto ofertado, invirtiendo en la planta hotelera o realizando más acciones además de las de promoción, ha ejemplificado.

Asimismo, ha detallado que tanto el mercado laboral puede ser considerado tanto el sujeto de la política anti-recesión como una consecuencia de la escasa actividad económica. Riera se ha mostrado partidario de la segunda postura, por lo que ha explicado que se deben hacer políticas económicas que no tengan como sujeto el mercado laboral sino la economía.

«Difícilmente, si no arreglamos las causas, no se generará ocupación». «Hay que crecer de forma continua para que el mercado laboral genere ocupación de forma continua», ha añadido. «*Baleares puede seguir resistiendo una coyuntura sólo sobre cantidad? Sí, pero cada año que pasa los réditos del turismo son menores».

Según el director del CRE, la competencia de otros destinos turísticos es cada vez más moderna y barata, por lo que luchar contra éstos es complicado y se debe realizar una oferta más sostenible, menos estacional y con más valor añadido. No obstante, ha advertido que para hacerlo se debe «transformar y se necesita inversión».

Riera opina que, de esta manera, se crearían las condiciones para que el «juego continúe» -ha indicado al comparar la situación de Baleares con una partida de ajedrez- porque los otros destinos «hacen su partida». «El dinero está» por lo que sólo se debe «ponerlo en circulación y establecer las reglas del juego». Además, ha señalado que otra «asignatura pendiente» de la comunidad es integrar los flujos migratorios.