El presidente de la Asociación Empresarial de Automoción (Aema) de Eivissa y Formentera, Roberto Pereyra, informó ayer de que durante los últimos años, y «como consecuencia de la crisis y de la incertidumbre de la economía, están proliferando las ventas, dentro del mercado del automóvil, de los vehículos de segunda mano. En concreto, aseguró, «está habiendo un boom de ventas de coches 'mileuristas', es decir de un valor que ronda los mil euros».
Para Pereyra, estos vehículos prescinden de muchas garantías de seguridad ya que «aunque hayan pasado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) correspondiente, son coches antiguos que no puden tener la misma seguridad que los nuevos».
Cambio de hábitos
Según el presidente de Aema, estos vehículos viejos de segunda mano eran los que antes entregaban los compradores en el momento de la adquisición de un vehículo nuevo y gracias al Plan 2000E, se descontaban entre 1.500 y 2.000 euros del precio total del nuevo coche. «Ahora los particulares deciden venderlo a un tercer porque los concesionarios ya no les podemos dar tanto dinero por ellos ya que luego tenemos que ofrecer una garantía por estos vehículos frente a sus futuros compradores. En cambio, en las transacciones con particulares no es necesario ofrecer ninguna garantía, la ley no le exige», explicó Pereyra.
Por otra parte, señaló Roberto Pereyra, los empleados de los concesionarios han detectado un cambio de hábitos en la compra de vehículos nuevos. «Una vez más, la incertidumbre de la economía ha motivado que la gente no esté orientando sus compras tanto por lo que quiere, sino por lo que puede pagar». Ahora los consumidores, «cuando preguntan por modelos lo hacen tanto por motorizaciones pequeñas como por acabados básicos. Preguntan en función del precio que es la causa de todo ello».
Pereyra indicó que cuando acude un comprador al concesionario a por un coche nuevo, «pregunta directamente por la gama más baja o si es un cliente que tiene dinero y podría comprarse un coche más completo, por la incertidumbre de la economía, está tomando decisiones de compra bastante prudentes». Para el presidente de Aema, «esto es muy normal dado el escenario de crisis económica en el que nos encontramos».

Equiparados con el resto de Europa
Roberto Pereyra explicó que en las últimas fechas, y debido a la crisis, el mercado nacional se está equiparando al europeo en cuanto al porcentaje de coches nuevos y de segunda mano que se están vendiendo. Si hace unos años del total de coches que se vendían, un 70% eran nuevos frente a un 30% que eran de segunda mano, el porcentaje fue cambiando hasta que se ubicó en un 60% de nuevos y un 40% de usados, y ahora estas cifras se han quedado en que la mitad de las ventas de vehículos se refieren a nuevos modelos frente a la otra mitad que son de segunda mano.
«En este sentido no estamos equiparando a Europa, que siempre ha tenido este porcentaje en un 50%-50%», señaló Pereyra.