Imagen de archivo de la torre de control de Eivissa.

AENA anunció ayer el inicio del concurso para la privatización de las torres de control de 13 aeropuertos españoles, entre ellos el de Eivissa, por un periodo de cinco años prorrogable por uno más.

Así, la licitación se realizará a través del procedimiento negociado y agrupando los aeropuertos en tres lotes. De esta forma, en el primero de los lotes se incluye la torre de control de Eivissa, Alicante, Valencia y Sabadell. En el segundo se encuentran Sevilla, Jerez, Vigo, A Coruña, Melilla y Cuatro Vientos y, en el tercero y último, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma.

El concurso se llevará a cabo en tres fases y durará alrededor de siete meses. En esta línea, la primera fase, que empieza hoy, pondrá a disposición de los interesados toda la información necesaria para participar en el proceso de licitación. Según un comunicado de AENA, «sólo los participantes que cumplan los requisitos de solvencia técnica y económica pasarán a la segunda fase». De hecho, las empresas podrán presentar la documentación requerida.

Para acreditar la solvencia técnica, el licitador puede demostrar que tiene experiencia como proveedor de servicios de control de tránsito aéreo de aeródromo o que dispone en personal de control con su licencia en vigor.

En el primero de los casos, las empresas deberán disponer en los últimos cinco años de, al menos, cuatro años de experiencia de proveedor de servicios, acreditar un número establecido de vuelos contratados en 2010 y, por último, haber prestado a lo largo del pasado año un número determinad de aeropuertos con una capacidad concreta.

En el segundo caso, las empresas deberán disponer de al menos 12 controladores con licencia en vigor para las dependencias de Eivissa.

Asimismo, los licitadores deberán demostrar también su solvencia económica y financiera y para ello acreditar la existencia de un seguro de indemnización por riesgos profesionales, entre otras cuestiones. Además, deberán presentar sus cuentas anuales del último ejercicio y el informe de auditoría si es preceptivo.

Según AENA, la liberalización del servicio de control de torre «es una de las reformas estructurales de mayor calado en los últimos años en el ámbito aeroportuario con dos objetivos: mejorar la calidad del servicio de control de torre y su eficiencia económica». Además, apuntan que el pasajero «será el gran beneficiado de esta reforma porque mejorará la calidad del servicio, ya que se fijarán una serie de parámetros de calidad, entre ellos algunos relacionados con la puntualidad».