En poco menos de un año las Pitiüses han visto reducirse su suelo urbano sin edificar en 205 hectáreas, pasando de , según los datos estadísticos de la Dirección General del Catastro, de 1.065,21 hectáreas libres (de un total de suelo urbano de 3.082 hectáreas) a 860,26.

Según esta sección del Ministerio de Economía y Hacienda, entre enero y noviembre del pasado año el terreno disponible para construir calificado como urbano cayó en 2,04 millones de metros cuadrados debido a la activación de varias actuaciones urbanísticas en Santa Eulària.

En concreto, se produjo la ocupación de 262 parcelas urbanísticas con una superficie total de 192,67 hectáreas. De esta forma, el suelo vacante en la Villa del Río pasó de ser algo más de un tercio (36,02%) de todo el terreno urbano del municipio (877,59 hectáreas) a una cuarta parte (25,63%).

La reducción del espacio disponible en Santa Eulària ha motivado que, si en enero este municipio era el segundo con más reserva de terreno, en noviembre pasaba a ser el segundo 'por la cola', sólo superado en escasez de terreno urbano por Vila.

Otros municipios

La capital no oficial de la Isla, con un suelo urbano total de 11,03 hectáreas, mantiene todavía sin construir 1,56 hectáreas, un 14,13% del total; una cifra que no varió en los once primeros meses del año.

Si es obvio que Vila es el municipio más limitado en cuanto a terreno urbano, también lo es que Sant Joan es la población con la situación más desahogada. A principios de año contaba con un 43,25% de su espacio urbano todavía sin ocupar: 91,88 hectáreas de las 275 totales. En noviembre de 2010 el porcentaje caía al 42,38% después de que se construyera únicamente en 9.300 metros cuadrados.

Con los últimos movimientos en Santa Eulària, Sant Josep se ha convertido en el municipio con una mayor reserva neta de espacio urbano sin construir. Su término municipal incluye 389,97 hectáreas sin ocupar, el 32,94% de las 1.197,9 totales grafiadas en los registros municipales.

En la isla de Formentera, al igual que Eivissa con un término municipal limitado, mantuvo un consumo de territorio limitado al pasar de 22,79 hectáreas de terreno urbano libre a 21,78. En total, su espacio urbano era este noviembre de 71,53 hectáreas.

Poco en Sant Antoni

Por último, el municipio de Sant Antoni también ha presentado una ocupación de espacio vacante bastante escasa, siendo la reducción de unas 4,65 hectáreas, hasta las 131,06. En total, su superficie urbana es de 4,25 millones de metros cuadrados.

EL APUNTE

La 'edad' de los edificios construidos en las Pitiüses es, en la mayoría de los casos, relativamente joven puesto que de las edificaciones que quedan en pie la inmensa mayoría es posterior a 1960. Según los datos del Catastro, sólo 7.100 construcciones de las 114.029 en pie en noviembre del año pasado habían sido levantadas antes de 1950 y únicamente 1.332 lo fueron en la década siguiente. Los 60 marcan el inicio del 'boom' urbanístico puesto que 8.123 de las edificaciones actuales fueron construidas en esa década, aunque el auténtico despegue llegaría en los 10 años siguientes, con 25.338 edificaciones.

En las décadas siguientes se mantendrían ritmos muy similares de construcción aunque a finales de siglo se produjo una importante ralentización (12.572 edificaciones). Entre 2000 y el pasado año se levantaron en las Pitiüses 29.937 edificaciones.

Un parque relativamente 'joven'

Los datos del catastro reflejan que el valor total catastral (que puede rondar la mitad del valor de mercado) de los bienes inmuebles de las Pitiüses, lo que se conoce como 'base imponible' es de unos 6.046 millones de euros de los que únicamente 7,7 millones corresponden a propiedades en terreno rústico y el resto corresponden a construcciones en zona urbana.

De esta cantidad, la cuota íntegra que recaudan las administraciones en forma de impuestos (la conocida popularmente como 'contribución') supone 34,5 millones de euros.

Sant Josep es el municipio que más contribuye en esta recaudación, con 8,2 millones, al presentar también una mayor base imponible: 2.029 millones.

En el lado contrario se encuentra Sant Joan, cuya valoración de los bienes inmuebles es de 147,2 millones, y una tributación de 2,5 millones.