Jorge Eduardo Benavides, a la izquierda, momentos antes de pronunciar su conferencia. | Marco Torres

La jornada de ayer en el Port Mediterrani del Llibre se inauguró a las 17,30 horas en es Polvorí con el homenaje a Delia Rengifo, autora de L'abraçada del comiat, que presentaron Efraín Espinoza y el director del encuentro literario, Gabriel Torres Chalk.
Este espacio cultural de Dalt Vila se preparaba momentos antes de las 18 horas para acoger la conferencia del autor peruano Jorge Eduardo Benavides tiutlada Una tarda amb Mario Vargas Llosa.
Benavides repasó una serie de personajes de Mario Vargas Llosa que discurren por distintas novelas del Premio Nobel a los que el conferenciante llama 'los iluminados'. «Son personajes, a veces heróicos y otras patéticos en su lucha contra la política y el establishment».
Estos personajes aparecen a lo largo de la carrera de Vargas Llosa, desde Pantaleón y las visitadoras (1977) hasta su última obra El sueño del celta (2010), y en ellos se basó la charla que Benavides ofreció en Dalt Vila. «Estos personajes se enfrentan contra todo para intentar sacar adelante sus ideales. A veces estas luchas son de orden absolutamente estético o personal, en otras son inclinaciones frente a las injusticias, como en el caso de Roger Casement, de El sueño del celta; en última instancia son una lucha contra la adversidad», recordó ayer el autor peruano que, además de compatriota es vecino del mismo barrio de Arequipa que Mario Vargas LLosa.
Benavides aclaró por qué engloba a estos personajes bajo el nombre de 'los iluminados': «Actúan de una manera a menudo mesiánica, esperpéntica o patética. Sin embargo, todos comprarten la condición de iluminados».

Disidente
«Creo que estos personajes tienen mucho que ver con la propia postura de Vargas Llosa que siempre fue un disidente en sus opiniones políticas, muy incomprendido. Siempre se le ha considerado un escritor conservador cuando no lo es en absoluto. Existe un vínculo evidente entre los personajes y el escritor y sirven como vehículos para proyectar sus inquietudes», subrayó Benavides, que añadió que «crea personajes incómodos, quijotescos, distintos, a menudo vencidos. De hecho, la academia sueca lo describió como un fabulador que crea ficciones con personajes incómodos y cuestionadores».
Respecto a esta confusión social que existe respecto a la figura del prestigioso novelista en lo que a sus opiniones políticas se refiere, Benavides considera que «Mario Vargas Llosa ha sido un personaje que no ha funcionado dentro de los criterios, bastante cerrados, de un gran sector de la izquierda. Han perdido la oportunidad de rescatar a una figura de gran dimensión intelectual». Y es que, según el autor que ayer habló en el encuentro literario, «Vargas Llosa está a favor de la legalización de las drogas, del matrimonio homosexual, de la justicia social bien entendida. Es un intelectual incómodo». El autor andino remarcó que «un gran sector de la izquierda no ha sabido reciclarse y, mientras él y Jorge Edwards en sus novelas cuestionaban la dictadura castrista, un gran sector de la izquierda continuaba empecinado en que Fidel Castro era el paradigma de la libertad. Cuando han tenido que retractarse, a Vargas Llosa ya se le había colgado el sanbenito de conservador. Y, como este, hay muchos otros ejemplos».
Afortunadamente, Jorge Eduardo Benavides consideraba de justicia que se le concediera el Premio Nobel al autor peruano. «Demuestra que, en una academia altamente politizada, también se refleja el cambio que ha experimentado la sociedad sueca».