De izq. a dcha, Lolita Torres, Mago Dantés y Laura Bravo. | DANIEL ESPINOSA

on diez hermanos, seis chicas y cuatro chicos, que crecieron viendo las actuaciones de magia de su padre. Cuando todavía eran muy pequeños, la mitad de ellos empezaron a sentir curiosidad por el mundo del espectáculo en variantes como la música, la magia y la ventriloquía. Durante años, el mago Dantés y su familia actuaban juntos en muchos espectáculos por los pueblos de la isla. Ya de mayores, cada uno fue tomando caminos diferentes, pero siempre que pueden aprovechan cualquier oportunidad para volver a reunirse encima de un escenario, como ocurrió este fin de semana con motivo de la Gala de Magia Solidaria. Allí, entre bambalinas, el mago Dantés recordó anécdotas y la trayectoria profesional de él y dos de sus hermanas que actuaron este fin de semana en Eivissa, la ventrílocua Lolita Torres y la cantante Laura Bravo.

Si bien la magia es lo que siempre ha querido hacer, Dantés empezó como pareja cómica de su hermano Juan Antonio. «Mi padre era mago; desde bien pequeño iba con él, pero subí a un escenario por primera vez con 11 años para hacer un número cómico con mi hermano Juan Antonio y desde entonces no me he bajado», cuenta. Tanta es la pasión que siente por el mundo del espectáculo que cuando volvío del servicio militar obligatorio se casó y empezó a trabajar profesionalmente en el mundo de la magia con su mujer: «Hasta que, después de 35 años, me dijo que se había cansado de que la cortara por la mitad», comenta entre risas.

Lolita, Laura, Dantés y el resto de sus hermanos artistas han compartido en más de una ocasión escenario: «Nosotros llevábamos la sala de fiestas de Cova Santa», explica Dantés. Su hermana Laura puntualiza: «Como los hermanos que nos dedicamos al espectáculo hacemos cositas tan diferentes llenábamos el espectáculo sólo con los hermanos; no hacía falta que contrataran a nadie más».

El ser el segundo mayor de los diez hermanos implicaba siempre que Dantés cuidara de los demás. «Siempre ha sido un hermano muy comprensivo. Nuestro padre era muy estricto y casi nunca nos decía 'bien, lo hacéis muy bien'. Dantés, en cambio, siempre nos ha apoyado y cuidado mucho», explica Lolita, que empezó en el mundo de la ventriloquía cuando sólo tenía 12 años para llegar a ser en la actualidad campeona nacional de esta disciplina: «Salió natural en un día de clase en el cole Portal Nou; empecé a hacer voces sin mover la boca. Cuando mi padre se dio cuenta, un día me regaló mi primer muñeco y fue entonces cuando arranqué con los ensayos». Su hermana Laura opina que la confianza entre ellos nunca fue motivo de disputa: «Quizá porque hacemos cosas diferentes. En lugar de pelearnos, nos ayudamos mucho entre nosotros». Y si algo tienen bien claro estos tres hermanos artistas es que el trabajo con la familia no es complicado. Al contrario: «Es un placer. Siempre hemos estado muy compenetrados», precisa Dantés, quien asegura que el reencuentro del pasado fin de semana les hizo a los tres recordar aquellos años de giras en familia.