Esto de las prohibiciones de la nueva ley electoral está acelerando a pasos agigantados los viajes de los máximos responsables del Govern hacia Eivissa, las visitas de obras perennes desde hace meses y las comitivas de los 'clips' de Playmobil de la construcción. Y eso fue lo que se convirtió la visita de obras de la ampliación del aeropuerto. En la aparición masiva de varias decenas de personas, entre responsables políticos (todos socialistas), medios de comunicación y, suponemos, responsables del proyecto de ejecución ataviados con el mismo uniforme: el correspondiente chaleco naranja y su casco de obra. Complementos estrenados para la ocasión. Todo un lujo.
Capitaneados por el delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socías; el presidente del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, y el director del aeropuerto, José Antonio Àlvarez, les siguieron otros como la directora insular en las Pitiüses, Sofía Hernanz; la consellera Pilar Costa, el alcalde Josep Marí Ribas, el concejal Marc Costa y el diputado José Manuel Bar.
Algunos, más que otros, se esforzaron en escuchar las explicaciones del director del aeropuerto a sabiendas que lo que verdaderamente vale en estas ocasiones es salir en un buen lugar de la foto, sin importar, en muchas ocasiones, el contenido del parlamento.
Y es que, la única explicación de esta visita, igual que otras a partir de ahora y hasta el próximo 28 de marzo, es recordar a los ciudadanos la gestión tan exquisita, precisa y buena que se ha hecho durante estos últimos cuatro años. Y como muestra de ello, la fecha en la que se databa el dossier de prensa entregado ayer a los medios de comunicación: 31 de julio de 2009, día en el que AENA adjudicó la fase de ampliación del aeropuerto. Tremendo.