La Conselleria balear d'Innovació, Interior i Justicia, y el Consell d'Eivissa firmaron ayer un convenio mediante el cuál el Govern se compromete a financiar los gastos de funcionamiento y conservación de la futura Central de Emergencias, que se ubicará en sa Coma.
El presidente del Consell, Xico Tarrés, y la consellera, Pilar Costa, fueron los encargados de rubricar este protocolo, que implica que Interior destinará un máximo de 20.000 euros anuales para este fin, una aportación que realizará entre los años 2011 y 2018.
Antes de la firma, Pilar Costa anunció que el proyecto para la rehabilitación de los dos pabellones donde se ubicará la central está a punto de finalizar la exposición pública y que en breve el Consell podrá licitar las obras.


El proyecto
Costa recordó que el proyecto, cuya ejecución será financiada por el Govern con más de 932.000 euros, consistirá en la adecuación de dos edificios anexos, como son el antiguo cuerpo de guardia, donde se instalará el Centro de Gestión de Emergencias (CGE), y la antigua lavandería, donde se ubicará el parque móvil y los recursos materiales de la Unidad Operativa de la Direcció General d'Emergències (DGE).
La consellera explicó que el Centro de Gestión de Emergencias, de 376 m2, contará con salas de comunicaciones, de gestión de «crisis» y de gestión diferida del 112, así como un área administrativa y de formación con despachos, salas de reunión y polivalente, además de un área de servicios. El segundo pabellón, de 461 m2, destinado al parque móvil, tendrá una zona para los vehículos, otra para almacenar el material, así como un área destinada a las agrupaciones de Protección Civil de la isla que, según Costa, «reclaman desde siempre un espacio común».
La consellera también aportó cifras sobre la memoria de 2010 sobre llamadas e incidencias gestionadas por Emergencias, que en Eivissa sumaron 22.719, siendo las solicitudes de asistencia sanitaria, con 3.990 incidentes, las más reiteradas.
Por otra parte, Tarrés respondió a la petición de los sindicatos de profesores que reclaman la puesta en marcha de la Escuela de Idiomas. Al respecto, indicó que necesita «más rehabilitación» que otros proyectos de sa Coma, porque se ubica en un edificio de dos plantas, y que además es «más caro», porque demanda toda una instalación de «cableado para el tema informático». «Tenemos un acuerdo de colaboración tanto con la UIB como con el Govern para solucionarlo. Esperemos que para el curso que viene, esta cuestión pueda estar finalizada», concluyó.