Imagen de la procesión de La Borriquita entrando a Dalt Vila entrando por el portal de ses Taules.

Andrea Colomar, de tres añitos, sostenía en su mano derecha una pequeña palma. En la izquierda, aguantaba un chupa-chups. Ayer, sentada en su carrito, esperaba en Sant Elm la salida de la procesión de La Borriquita, que conmemora la llegada de Jesús a Jerusalén. Detrás de Andrea, María Luisa Sánchez, su abuela, Paula Roig, su tía, y Yolanda Roig, su mamá también aguantaban en sus manos palmas y ramitas de olivo. «Siempre nos juntamos en familia para celebrar el Domingo de Ramos. Además yo soy cofrade del Cristo del Cementerio desde hace diez años o quizá más. Hemos comprado las palmas en una floristería, aunque nos gustaría saber hacerlas», explicó María Luisa. Igual que esta familia, centenares de personas celebraron ayer en Eivissa el Domingo de Ramos con procesiones y bendiciones de palmas en las diferentes parroquias.

En Eivissa, la procesión de La Borriquita del Santísimo Cristo del Cementerio y Nuestra Señora de la Piedad fue una de las más aclamadas y de las que más emocionó a los fieles. La historia católica explica que la imagen de Jesús subido en un burrito simboliza su llegada a Jerusalén para celebrar la Pascua. Allí, antes de entrar, la gente le aclamaba con ramas de olivo y palmas. Paso a paso, la Borriquita de Vila se fue abriendo camino por las calles de la ciudad mientras los fieles le seguían en procesión. «En mi casa se celebra mucho el Domingo de Ramos. Antes, cuando mis hijos eran pequeños, siempre venía con ellos a ver la procesión», explicó Rosario, que optó por varias ramas de olivo para celebrar el inicio de la Semana Santa: «Es más tradicional la rama de olivo que la palma, aunque cada vez hay más palmas en Eivissa», precisó.

Mientras la procesión seguía su camino, en la Catedral el obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, oficiaba la misa del Domingo de Ramos en la que bendijo las palmas de las personas que procesionaron con las cofradías Nuestra Señora de los Dolores y Santísimo Cristo Yacente. También por la mañana, la cofradía Nuestro Padre Jesús del Gran Poder bendijo palmas en el parque de la Paz, de donde partió la procesión hasta la parroquia del Roser. Por la tarde, la iglesia de Santa Creu celebró misa de palmas.

Además de en Vila, las procesiones y misas de Ramos también se celebraron en otras localidades, como en Jesús, parroquia muy especial, pues las palmas que se bendicen son las que han hecho los propios obreros de la iglesia. «Me han dado esta palma aquí en la iglesia. La tradición dice que una vez bendecidas las palmas se deben colocar detrás de la puerta como símbolo de bienvenida a Jesús a nuestro hogar», explicó una de las catequistas del pueblo.

En estos actos litúrgicos con los que se inicia oficialmente la Semana Santa destacó la sorpresa de algunos turistas que, por ejemplo, fotografiaban el portal de Ses Taules y se encontraron con la procesión de La Borriquita subiendo o bien desayunaban en Jesús y vieron pasar la procesión. «No sabíamos que hoy [por ayer] era Domingo de Ramos. Ya que la hemos encontrado aprovecharemos para verla», explicaron Valentina y Francesca, dos amigas de Nápoles que pasan unos días en la Isla.

De entre los actos de Semana Santa destaca la procesión del Santo Entierro que tendrá lugar el próximo viernes (Viernes Santo) a partir de las ocho y media de la tarde en la Catedral. La Semana Santa culminará con el Domingo de Resurrección (Jesucristo resucita tras haber sido crucificado).