El director general d'Obres Públiques, Antoni Armengol, anunció ayer que el Govern aportará 400.000 euros para mejorar el saneamiento de Sant Jordi con cargo a la partida procedente de los fondos del Estatut para ejecutar el nuevo drenaje de la autovía al aeropuerto.
Armengol explicó que el Ayuntamiento de Sant Josep les presentó una alegación para que se arreglara el saneamiento y ellos han aceptado gastar 400.000 euros en este concepto porque consideran que la red resultó afectada por la construcción de la autovía al aeropuerto.
De esta forma, además de los 2,1 millones de euros que se pagarán para ejecutar un drenaje de la carretera y evitar que se inunde cuando llueve, se añadirán 400.000 más para esto. «Podíamos llegar a los 2,5 millones y así lo hemos hecho», añadió Armengol, que indicó que lo que sí que no se incluye es el arreglo de la travesía de Sant Jordi, ya que eso nunca estuvo previsto en el proyecto de la autovía.

Tierras de las autovías
Por otro lado, el director estuvo ayer en Eivissa para comprobar las labores de retirada de las tierras procedentes de la autovía de los terrenos de Matutes a canteras en regeneración. En este momento se han retirado ya 60.000 metros cúbicos de la zona más visible y faltan 30.000 más para que este sitio concreto quede despejado, algo que se calcula podrá estar listo en una semana. «A toda esta tierra ya se le han quitado las piedras, por lo que será rápido», indicó Armengol, que explicó que actualmente se trabaja con dos máquinas despedregadoras. La tierra más mala se lleva a cantera y la más buena se suele dar a los particulares que la pidan. De hecho, Armengol animó a los ciudadanos a ir a buscar tierra vegetal gratuita porque es «de muy buena calidad» y es «un desperdicio» que acabe en la cantera.
El director d'Obres Públiques aclaró que actualmente la UTE Accesos Ibiza, que es la constructora de la autovía y la encargada de retirar el material, saca 100 camiones diarios de aqllí, por lo qeu es díficil incrementar el ritmo de trabajo. Si no llueve y continúan así en dos meses podrá estar retirada toda la tierra, que alcanzaba aproximadamente los 250.000 metros cúbicos después de que se haya dado mucha a particulares en los últimos años. Esto implica un cierto retraso sobre los planes iniciales de retirada del material. «Los trabajos continuarán mientras estemos nosotros en el Govern», garantizó Armengol.
El director también indicó que si no se retira todo el material, tienen el compromiso del banco de que en cinco días les dará el dinero de la fianza que en su día depositó la UTE al empezar la carretera y con la qu ese pagaría esta retirada de tierras. De todas formas, confían en que finalmente no haga falta, porque el plan de retirada se está ejecutando «con bastante éxito».

Contratan estaciones en la vía de Sant Antoni porque la empresa se niega
El Govern ha contratado ocho estaciones de aforo adicionales para instalar en la autovía de Sant Antoni y contar el número de vehículos que pasan por esta carretera. La auditoría reveló que la constructora, FCC-Ortiz, sólo había instalado una estación en el punto de más tráfico, con lo que estaba cobrando el peaje en sombra anual a un precio superior al real, que podría significar una desviación de hasta un millón de euros anual a favor de la empresa. Al darse cuenta de esto, el Govern le reclamó la instalación de más contadores a lo que FCC-Ortiz se negó, por lo que finalmente lo ha contratado la Conselleria a una empresa ibicenca, que tendrá listo el sistema en tres semanas. Este coste se cobrará a la constructora.

Obras para mejorar la resistencia de los muros
En la auditoría de las autovías se detectaron algunos fallos de resistencia de los muros de hormigón de la carretera del aeropuerto, por lo que el Govern obligó a la UTE Accesos Ibiza a aplicar una capa de pintura para solventar este problema. Actualmente se están realizando estos trabajos, que estarán terminados en dos semanas. Armengol recordó que se trata de la medida correctora propuesta en un caso que sí era posible arreglar, aunque lamentó que las auditorías revelaran sobrecostes «que ya no se pueden deshacer».