Los ganadores del concurso 'EIvissàpiens', ayer, tras el paseo en kayak.

Alba, Lucía, Carol y María, estudiantes de cuarto curso de ESO del colegio Nuestra Señora de la Consolación, nunca habían subido en kayak. «Bueno, una vez cuando era muy pequeña, pero ni me acuerdo, así que cuenta», precisó Lucía, que junto a sus amigas y el resto de sus compañeros, disfrutaron ayer de la última parte del premio del concurso académico Eivissàpiens, en el que participaron este año un total de 480 alumnos y cuya final se disputó el pasado mes de abril entre los participantes de los institutos Sa Colomina, Nuestra Señora de la Consolación, Sa Real y Santa Maria.

Ayer, en la playa de Talamanca, no era día de libros, estrés y nervios. Y los ganadores del Eivissàpiens lo sabían. «Hemos tenido una explicación teórica de cómo se hace el paleo; no ha sido pesada, ha sido amena», explicaba Lucía. Además de aprender a montar en kayak, los estudiantes conocieron más detalles sobre la posidonia, animales como el corb marí o las anémonas, entre otros conocimientos, de la mano de los monitores en este deporte Domingo y Paulo, de Ibiza Mundo Activo. «Han jugado, además, a volcar el kayak», precisó Paulo. «Ha sido divertido volcar, pero lo más complicado ha sido subir otra vez al kayak», explicó Carol. Los jóvenes también se dieron cuenta de que el kayak requiere coordinación y fuerza «para remar sin parar», puntualizó uno de los estudiantes, y el equilibrio: «Si no remas te caes», comentó otro.

Una vez en el agua quedó patente ese espíritu de trabajo en equipo que les ha llevado a conseguir la lechuza del concurso, por un lado, y el curso de kayak, por el otro