Un cuarto de siglo de vida y casi veinte años trabajando en la integración de alumnos con discapacidad. Este podría ser el resumen del colegio público Guillem de Montgrí de Sant Antoni, que este domingo celebrará una gran fiesta para conmemorar tal efeméride.

Javier Rey es el director del centro desde el año 2006-2007 pero, por su puesto, pasaron antes Julián Calderón, Roberto de Andrés y Santiago Arenal, y ahora cuenta con unos 250 alumnos matriculados, cerca de 20 profesores y tres auxiliares técnicas educativas.

Muchos cambios

Con ellos, el centro ha cambiado mucho desde que se abrió en 1986, sobre todo en lo que al exterior del edificio se refiere. Según Javier «antes estaba cerrado al velódromo, no había ningún parking, el único acceso era por la parte de arriba y todo lo de alrededor era un campo de almendros».

Durante todo este tiempo según Rey, el centro puede presumir de «ser los ideólogos de la Setmana del Mar que ahora hace el Club Nàutic de Sant Antoni; del festival popular de cometas 'Posa un estel al cel', que se celebra a finales del mes de enero en colaboración con el ayuntamiento de la localidad y Pepín Valdés; y de la Setmana del Art, que se hizo en los centros del municipio y que desgraciadamente ya no se celebra».

Sin embargo, en estos 25 años, el actual director recuerda también momentos duros que ha vivido el colegio. De entre ellos destaca «el año 2006, cuando por las obras de la ampliación del polideportivo, estaba todo enfangado y teníamos que poner maderas para que los padres y los niños no se cayeran al entrar», o «los siete y ocho años que luchamos para conseguir un ascensor que permitiera el acceso a alumnos con discapacidad a las clases y que logramos hace un par de cursos».

Todo ello hace que el centro haya cambiado mucho. Una de las variaciones más destacadas se refiere a la educación. Por ejemplo, cuando se abrió era un centro de Infantil y Primaria en el que se impartían clases hasta Octavo de EGB, y ahora con la Logse desaparecieron Séptimo y Octavo que fueron al instituto a hacer ESO y ahora se da clase sólo hasta Sexto de Primaria.

También Javier afirma que «la tecnología lo ha cambiado todo, ya que antes había retroproyectores de transparencias y diapositivas y ahora en todas las aulas tenemos pizarras digitales e incluso blogs para cada una de las clases».

Otro de los grandes cambios tiene que ver, según Rey, con el perfil del alumnado, puesto que «antes no había tanta inmigración de fuera de España como hay ahora, y eso que nosotros no somos un centro de los que más niños de fuera tienen del municipio».