El exdiputado autonómico por Formentera en las dos últimas legislaturas, 2003-07 y 2007-11, Pep Mayans, se despidió ayer de los medios de comunicación con un muy breve parlamento en el que subrayó en repetidas ocasiones la necesidad de que todos los políticos de Formentera vayan de la mano a la hora de pedir, reclamar o exigir, tanto ante el Govern balear como ante el Gobierno Central.
Mayans que obtuvo con holgadas mayorías su escaño en dos legislaturas aupado por AIPF, la suma de PP y GUIF al Parlament Balear, dijo «es mi última comparecencia, ya como ex diputado, porque creo que ya era el momento una vez los nuevos diputados han tomado posesión de su cargo, se ha constituido el Parlament balear y el nuevo presidente ya ha sido votado por mayoría absoluta por lo que tomará posesión de su cargo el sábado, es pues el momento en que quiero hacer un rápido balance de los últimos cuatro años».

Los proyectos
«Han sido cuatro años intensísimos en los que se ha podido hacer mucho trabajo y en el que se han conseguido cosas suficientemente importantes para Formentera como la Proposición No de Ley de la declaración de interés público de la línea marítima entre Dènia y Formentera, la petición de un mamógrafo y un TAC para el Hospital de Formentera, instar al Gobierno Central a la construcción de la nueva Casa Cuartel de la Guardia Civil -pero como señaló el propio Mayans-, no es sólo conseguir que se aprueben, sino que después hay otro trabajo, el de seguir su proceso para intentar que las resoluciones se cumplan de forma efectiva».
Para Mayans, los más importante de los últimos cuatro años ha sido que «se han conseguido consensos importantes de todas las fuerzas políticas, y yendo todos juntos hacia afuera pidiendo cosas para Formentera». Mayans recordó que con el presidente del Consell, Jaume Ferrer, consensuaron una lista de demandas que trasladaron directamente al presidente del Govern y que con su actuación en el Parlament un año obtuvo una partida adicional de 2 millones de euros para el Consell de Formentera y el año siguiente, mediante determinadas abstenciones o votos en contra también consiguió una partida adicional de otro millón de euros. «Eso quiere decir que cuando las cosas se hacen desde Formentera y con total consenso, todo va a mejor, y creo que ese es el mensaje».