Hipólito es un conductor de autobús muy conocido y querido entre sus clientes. Un buen día, conducía cuando se quedó atónito contemplando la luna en el agua de una fuente. Este despiste provocó un accidente que acabó con todas las personas que viajaban en el bus mojadas. Desde entonces, Hipólito no es el mismo. Una noche, mientras paseaba recordando lo sucedido, se encontró con la luna en un tejado de la ciudad y empezó a hablar con ella. «Pero cómo me ha podido pasar esto a mí. ¡No tengo remedio!», se lamentaba cuando la luna le saludó y le preguntó cuáles eran sus problemas.

Éste fue el punto de partida de la obra Memorias de la luna, preparada por el grupo de teatro del colegio Can Coix para inaugurar la décimonovena edición del festival de teatro infantil El festín. «Llevamos trabajando dos meses en esta obra de teatro. Es la primera vez que hacen teatro y la primera vez que actúan- Es, por tanto, una presentación oficial», explicó Laura Roig, responsable de este grupo de teatro.

Nervios

Minutos antes del inicio de la obra, los estudiantes se mostraban algo nerviosos y explicaban el papel que representaban: «Mi poeta canta como una rana y recita versos. Una noche casi se tira por un puente, pero se hace amigo de una cantante y se van cantando», explicó Laura Ramiro, una niña que en el escenario se convertiría en poeta. A Marina, en cambio, le tocó ser el conductor de bus protagonista de la historia: «Estoy un poquito nerviosa», reconoció.

Mientras los pequeños actores y actrices daban el último repaso a los guiones, Guisante hacía la presentación oficial preguntando si alguien conocía la historia de la expresión 'mucha mierda' en el teatro. Pere, uno de los asistentes, se apresuró en levantar la mano para contestar: «Antiguamente, al teatro se iba en caballo y éstos defecaban. Al acabar la representación, cuanta más 'caca' había más éxito había tenido la obra. Por eso se dice 'mucha mierda'», explicó.

La primera jornada de El Festín continuó con las actuaciones de Ibicirco, la Escola d'Art Dramàtic Santa Mònica de Mallorca, la compañía de teatro Ximpleria Mágica de Barcelona.

Este festival de teatro infantil tendrá lugar también el fin de semana que viene en el mismo lugar, la carpa de Sant Jordi.