Ribas, Luquin y Portas, ayer, en rueda de prensa

La asociación de empresas de transporte regular Ibizabus advirtió ayer de que aumentará el precio del billete «en más de un 100%» si debe utilizar la nueva estación de autobuses del edificio Cetis.

Los representes de las empresas que agrupa Ibizabus, Javier Luquin (HF Vilás), Alfonso Ribas (Autobuses Sant Antoni) y Vicente Portas (Voramar el Gaucho), aseguraron ayer que el uso de la nueva estación supondrá «el quiebro del equilibrio económico del transporte regular en Eivissa» debido a los cánones máximos de entrada y salida de los autobuses que puede cobrar la empresa que gestionará el Cetis (Sagalés) y que podría alcanzar los 50 euros.

«En el reglamento de uso de la estación es el precio máximo que se puede llegar a cobrar por vehículo, y supondría un coste igual o mayor que la media que recauda un autobús en un servicio. Es decir, que un trayecto Eivissa-Sant Antoni vale un ticket 1,85 euros y 1,25 euros si es con bono, y la entrada a la estación puede costar 1,50, 1,70 o 1,80 euros», explicó Ribas. «Y esto no tiene lógica, ni pies ni cabeza», sentenció.

Una subida «por ley»

Al respecto, Luquin señaló que «ese incremento de precios debe hacerse por ley y no porque nosotros queramos». En este sentido, indicó que una segunda opción es que «lo sufrague el Consell, que es la administración competente». «Es decir, o lo pagan solamente los usuarios del transporte o lo paga toda la población ibicenca con los impuestos de todos», agregó el representante de HF Vilás.

Por otra parte, Ribas sumó al incremento el billete «los excesivos costes de mantenimiento» que tendrá la estación «a la que tuvieron que adornar con escaleras mecánicas, ascensor, un televisor en cada muelle de carga y descarga, y con automatismos que, el día que fallen, la dejarán inoperativa al 100%».

«Todo esto, a la larga, son costes anuales que irán repercutidos en el precio de los billetes, guste o no guste, porque las empresas serán incapaces de asumir esos excesos», señaló, e insistió en que la estructura de la estación «es antifuncional total» porque los autobuses tienen que bajar «a un agujero, a un segundo sótano, con solo una entrada y salida».

Este es otro motivo, según los transportistas, destinado a «cargarse el sistema económico del transporte regular de hoy» ya que, según Ribas, «se deberían duplicar el número de vehículos para dar el mismo servicio» al tener que reducir la velocidad de entrada y salida de la estación, algo que ralentizará las frecuencias.

Por todo ello, insistieron en que «adecuar y mantener la estación será más caro para las instituciones que construir una nueva» como la de Sant Antoni que, para ellos, «es un modelo a seguir».

Por último, Luquin explicó que en época preelectoral le explicaron estas quejas a la alcaldesa de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, pero aseguró que, desde que asumió el cargo, «aún no han hablado» de esta cuestión.

También quieren aumentar la tarifa por la subida de los carburantes

Por otra parte, los transportistas piden al Consell un aumento del 6% en el precio del billete para afrontar la la subida del precio de los carburantes «o nos veremos obligados a recortar en líneas que resultan deficitarias», indicó Portas.

Por último, destacaron que en 2010 inviertieron 1,17 millones en instalaciones y compra de vehículos, y que ya han superado los 4 millones de pasajeros al año.