La Cambra de Comerç d'Eivissa y Formentera hizo públicos ayer los nombres de las empresas que serán galardonadas en la tercera edición de sus premios Posidonia a la Excelencia Empresarial.
La entidad ha decidido reconocer la labor realizada a lo largo de los años en el Hostal Rafalet, en Formentera, bar Costa de Santa Gertrudis y Carnes March con tiendas en Sant Antoni, Eivissa y Sant Llorenç. Del mismo modo se realizará una mención honorífica al que fuera presidente del Fomento del Turismo, Josep Tur Olmo, por haber estado vinculado durante la mayor parte de su vida, de una manera u otra, al panorama turístico.

Homenaje
El Hostal Rafalet fue fundado en 1946 por Rafael Juan y Vicenta Juan, en su casa familiar de es Caló. Comenzó como una taberna donde se hacían comidas y disponía de una sola habitación para alquilar. Se legalizó con 7 habitaciones más en 1958 como 'Casa de Huéspedes' y en 1960 se convirtió en Fonda. En 1976 el hijo de ambos, Jaume Juan, y su esposa Margarita Torres comenzaron a dirigir la Fonda y fue en 1984 cuando se realizó la remodelación y ampliación del edificio. Desde entonces son continuas las mejoras que ha recibido, desde 1996, el Hostal Rafalet.
Vicente Roig, 'Pi', compró el bar Costa de Santa Gertrudis en 1963, con el dinero que consiguió ahorrar en su empleo de 'mulero'. Entonces, el bar Costa era una antigua casa pagesa ya transformada en bar y el único del pueblo. Durante algún tiempo Vicente Roig compaginó su tarea en el bar con el negocio de los caballos y finalmente decidió alquilárselo a un vecino ibicenco durante algún tiempo.
No fue hasta 1975, cuando el hijo de Vicente, Pepe Roig, que ya tenía 14 años, le propuso a su padre recuperar el negocio familiar y darle nuevos aires. Vicente aceptó la propuesta de sus hijo. Ambos realizaron reformas y comenzaron a abrir todos los días.
El bar Costa fue elegido uno de los referentes del movimiento hippie que se afincó en Eivissa a partir de los años 70. Fueron ellos los que decidieron que el bar Costa, hoy famososo por sus bocadillos de jamón serrano y queso manchego, fuera una cita ineludible de los turistas y residentes de Eivissa.
Carnes March es una empresa familiar que fundó en 1965 Vicente Roselló Colomar. Se dedica a la venta al mayor y al comercio minorista de carnes frescas y derivados, así como también a la fabricación de productos cárnicos. En la actualidad, a cargo del hijo de Vicente, Simón, dispone de tres centros de venta en la Isla y de una explotación agro-ganadera en la Sierra de Gata, provincia de Cáceres.
En dicha explotación se crían añojos y terneras certificadas y el mismo proceso se realiza con los corderos y los cerdos ibéricos. En la finca, además, se elabora aceite ecológico.
Josep Tur Olmo recibirá una mención honorífica por su relación, a lo largo de gran parte de su vida, con el mundo turístico. Ha sido director de hotel, presidente de Fomento del Turismo de Eivissa y Formentera durante más de siete años y como periodista especializado en turismo y viajes ha paseado el nombre de Eivissa por buena parte del planeta como embajador de excepción.
Todos los premiados recibirán su galardón en el transcurso de una gala que la Cambra de Comerç está organizando y que se celebrará el próximo día 29 de julio en el Palau de Congressos de Eivissa. Está previsto que a la cita acudan, además de los premiados y sus familiares, multitud de representantes políticos y del panorama empresarial de Eivissa y Formentera.

«Se reconoce el esfuerzo de los fundadores y la perseverancia de sus herederos»
Desde la Cambra de Comerç d'Eivissa y Formentera, su secretaria técnica, Dolores Tur, explicó que si bien en la primera edición de los premios Posidonia se reconoció la labor de empresas pioneras de sus respectivos sectores y en la segunda edición fue el turno para grandes empresas de la Isla, «este año hemos decidido apostar por empresas que empezaron siendo pequeñas».
Tur añadió que estos negocios fueron creados por los padres o los abuelos y sus herederos han sabido «perseverar y mantenerse en el tiempo soportando los diferentes tiempos de crisis».
Se reconoce por tanto el esfuerzo de los fundadores y el buen hacer de sus herederos.