El plan de limpieza de Vila, propuesto por la alcaldesa de Eivissa, Marienna Sánchez-Jáuregui, consigue un éxito relativo en la Marina. Los comerciantes opinan que, en general, las calles están un poco más limpias, pero tampoco demasiado. Sin embargo, los mercaderes culpan de este hecho a los particulares, quienes parece ser que no cumplen los requisitos de limpieza que les han encomendado. La gente de la zona confirma que ven más movimiento de limpieza que anteriormente y que la culpa de la suciedad no es a causa de que el aseo no se realice correctamente si no que es porque demasiada gente ensucia.
El proyecto de limpieza de Vila, que comenzó por la Marina por ser una de las zonas más concurridas, también se extiende por es Pratet y otras zonas turísticas como ses Figuretes o es Viver, con la intención de limpiar todos los barrios del municipio.
La actuación se lleva cabo en jornadas reducidas de 05:30 a 09:30 para evitar causar mayores molestias a los vecinos. El proyecto consiste en labores extraordinarias combinadas con los servicios habituales de limpieza Cespa.
El plan de limpieza de choque cuenta con la colaboración de las brigadas municipales de Obras y Jardines así como también con la empresa Aqualia. La Policía Local es la encargada de gestionar las labores de tráfico en los lugares donde se lleva a cabo la actuación. Unas veinte personas contratadas por el Servei d'Ocupació (SOIB) son las responsables de dar la información sobre el proyecto a los vecinos.
El plan de choque, que comenzó el 27 de junio, se extenderá durante cinco meses, finalizando en diciembre.
Sánchez-Jáuregui diseñó el proyecto para mantener su promesa de conseguir la Escoba de Oro para Vila, el galardón que se ofrece por la limpieza, a través de lograr que Eivissa sea el municipio más limpio del Mediterráneo.