Alfonso Moyano asegura que a veces el fraude es difícil de detectar.

En el último año los peritos han visto incrementado su trabajo por los incendios de Benirràs, Morna y Roca Llisa para valorar daños en viviendas. Moyano también habla del incremento de los intentos de fraude a los seguros que se están dando en las islas a raíz de la crisis.

-En el caso de estos incendios, ¿se requieren peritos especializados?

-Cuando las circunstancias en las que se ha producido el fuego son dudosas hay peritos especializados en incendios para detectar el origen, pero cuando no, son peritos normales. Por ejemplo, en el incendio en el Hiper Centro las causas no estaban claras porque los locales estaban alquilados, entonces era importante determinar dónde estaba el origen del fuego para saber a efectos de las compañías de seguros si el propietario de los locales era el que tenía que asumir el incendio e indemnizar o era alguno de los inquilinos el que debía hacerlo.

-Así, en el caso de los incendios forestales, ¿el origen no es un problema?

-No, en este caso no tanto. Entonces está claro que las viviendas han sido afectadas por un fuego forestal y la compañía paga. Otra cosa es que luego se pueda repercutir contra un causante en caso de que hubiera habido una negligencia o imprudencia, como por ejemplo en este último.

-En el caso de que un incendio forestal arrase tu vivienda nunca compensa económicamente lo que te da el seguro, ¿no?

-No suele compensar, no. Si el daño implica la destrucción de la vivienda entonces se valora la reconstrucción en función de precios medios de mercado, que se ajustan bastante. Pero no es lo mismo el valor hipotecario que el de reconstrucción y esto da lugar a muchísimos errores cuando se contratan las pólizas a través de los bancos porque ponen valores muy elevados que las compañías no llegan a pagar jamás. Pagan la reconstrucción y no el valor de la casa. Por ejemplo, yo me puedo comprar un chalet de 400.000 euros de 120 metros, pero la reparación cuesta 120.000 euros y yo estoy pagando una prima por 400.000. A la hora de la verdad los seguros siempre pagan el valor de reconstrucción. De todas formas, hay que decir que lo que te pagan basta para reconstruir la vivienda. Además, cuando la destrucción es importante se suele pagar la estancia en un hotel de tres estrellas. Pero esto solo es cuando hay seguro. Muchas veces cuando acudo a hacer un peritaje a un lugar donde ha habido un siniestro me comentan que seis o siete personas de alrededor están sin seguro, por lo que se quedan en la calle.

-¿Qué se suele pagar de media?

-La reconstrucción de una casa unifamiliar de 100 metros se paga a mil euros el metro. Aparte se cuenta el mobiliario, que se suele valorar en una vivienda de estas dimensiones en 30.000 euros. Eso sí, la casa puede quedar rodeada por un yermo desolado. Es difícil que los jardines y los terrenos estén asegurados.

-En el incendio de Benirràs se quemaron también muchos coches.

-En el caso de los vehículos no es lo mismo uno de un año que otro de diez. Solo se paga si la póliza cubre incendios o es todo riesgo, si no, nada. Con la casa recuperas el 100% porque no tienen una depreciación, se valoran como nuevas, pero en los coches se tiene en cuenta el valor real.

-¿La tramitación en caso de que se te queme la casa es larga?

-Es de lo que más tarda, porque muchas veces los propietarios dicen que había joyas o cuadros u objetos de valor en la vivienda. Entonces los peritos hacen una investigación para justificar la preexistencia de esos bienes. Si se reclaman 10.000 euros por un cuadro, el propietario tiene que tener un justificante de eso, que además a veces se ha quemado en el incendio. Entonces hay que acudir donde lo compró si es que no fue un regalo. Las cosas se pueden complicar mucho. En cambio, la reconstrucción se agiliza antes.

-La normativa dice que hay que tener una franja limpia de pinos en los 25 metros de alrededor de la casa. Si hubiera mal mantenimiento, ¿los seguros se pueden negar a pagar?

-Si es forestal lo más seguro es que las compañías ni se metan. Luego también hay que tener cuidado y tener una póliza bien hecha, porque hay agentes de seguros que no son profesionales y te ofrecen pólizas más baratas teóricamente con las mismas coberturas y muchas veces reducen el capital de las partidas asegurables. Te puedes encontrar así que en vez de que te den 100.000 euros para reconstruir solo te dan 50.000.

-¿Cuáles son los casos más habituales que tienen que peritar en Eivissa?

-En verano robos en hoteles y vandalismos y en invierno daños por aguas, robos, incendios, daños eléctricos, tormentas, inundaciones, granizo y fuertes vientos.

-¿Cuántos peritos hay en Eivissa?

-Once que estén en la asociación. Si hay sobrecarga de trabajo también se trasladan peritos de Mallorca. En Eivissa un problema que nos encontramos es que muchas veces tenemos que peritar daños en segundas residencias, lo que puede retrasar mucho los peritajes porque es gente que vive fuera.

-¿Hay mucha gente que intenta defraudar a los seguros?

-El fraude se ha incrementado mucho con la crisis. En Mallorca tenemos una familia de etnia gitana que alquila viviendas, las llena de electrodomésticos del vertedero y dejan reventar una olla con lentejas. Luego pasan parte a las compañías. Yo los pillé porque pecaron de codiciosos y pasaron parte a tres compañías distintas y yo acudí por dos.

-Otra estafa habitual es hundir los barcos para cobrar un seguro, ¿no?

-Esto nos pasa mucho más últimamente por la crisis, porque hay gente que no puede mantenerlo. Por ejemplo, si el barco me ha costado 100.000 euros tengo que pagar 10.000 para mantenerlo y por el amarre, un 10%. Ahora hay mucha gente que quiere deshacerse del barco pero el mercado de segunda mano se ha hundido. Entonces hunden el barco, dejan de pagar y recuperan un dinero. Esto pasa también con coches de alta gama que los bancos regalaban con la hipoteca. Ahora no pueden pagar ni la hipoteca ni el coche y es una forma de conseguir dinero.

-¿En cuánto se ha incrementado el fraude a raíz de la crisis?

-El fraude ronda, para que nos hagamos una idea, siempre un 1 o 2% de los siniestros de las compañías. Hay compañías que dicen que tienen estadísticas que aumentan ese porcentaje al 7%. Con la crisis habrá aumentado un 30% más sobre ese 2% y si se prolonga más habrá más. El fraude más habitual que nos encontramos son los robos en la calle. A veces aunque sepamos que es un fraude, no podemos probarlo.

-¿Y qué se hace para averiguar si ha habido fraude en el caso de barcos hundidos o coches siniestrados? Porque realizan ustedes una labor detectivesca.

-Sí. Lo primero que hacemos es un estudio financiero del asegurado. Si alguien tiene un barco que no puede mantener es un candidato a que haya sido provocado.