El fin de la temporada turística en Formentera conlleva una supresión en los servicios públicos que afectan a los residentes que se mueven en autobús por la isla.
De las seis líneas que funcionan durante el verano desde el pasado 1 de octubre, y sin previo aviso, se ha limitado el servicio a sólo dos líneas, la L1 que circunvala s'Estany Pudent y da servicio a la Savina, es Pujols, Sant Ferran y Sant Francesc, y la L2 que va de punta a punta de la isla, desde el puerto de la Savina hasta el Pilar de la Mola. En el primero de los casos se pasa de un total de 29 servicios diarios a tan sólo 6, tres por la mañana y tres por la tarde, con dos opcionales a la demanda y a primera hora del día que deben solicitarse el día anterior por teléfono, lo cual supone una disminución del 79,2 por ciento en el número de viajes programados en la línea más importante de servicio de transporte público por carretera de Formentera.
La otra línea que se mantiene vigente, la que permite las conexiones entre la Savina y la Mola pasan de 14 enlaces diario a 6 fijos con otros 3 opcionales que deben solicitarse por teléfono el día anterior y siempre antes de las siete de la tarde. En este caso la disminución del servicio es de un 57,2 por ciento, una cifra igualmente considerable que condiciona seriamente el transporte público en la isla.
Del resto de las líneas, la L3 o bus circuito turístico, desaparece como lo hacen la L5 que une Sant Francesc con Cala Saona, la L6 que ofrecía determinados enlaces directos entre Sant Francesc y es Pujols vía Sant Ferran sin tener que pasar por la Savina o la L7 que llevaba pasajeros entre el hotel Riu la Mola y el complejo vacacional de Mar y Land, es Pujols e Illetes.