Entre 7.500 y 8.000 personas mayores de 65 años de Balears viven en situación de absoluta soledad, una cifra que corresponde al 32,5 % de este colectivo, según datos que recoge la memoria de 2010 del Consell Econòmic i Social de Balears.
Por islas, el 36,7 % de las personas mayores de 65 años de Formentera viven sin nadie que las acompañe, el 31,9 % en el caso de Menorca, el 30,6 % en Eivissa y el 28,4 % en Mallorca.
Según este informe, el 16,5 % de las personas mayores de 65 años no tiene ninguna o casi ninguna relación con sus familias, mientras que un 22,5 % no mantiene ninguna relación de amistad. La causa se debe al aumento de la esperanza de vida y a la reducción del número de personas que viven en los hogares del archipiélago.
En el caso de Mallorca, el mayor porcentaje de personas mayores que viven sin compañía de nadie se sitúa en el sur de la isla con el 34,7 %.
Del 32,5 % de las personas mayores que viven solas, un 64,1 % son mujeres y un 35,8 % son hombres.
Otro de los asuntos que se analizan son las pensiones. Este informe concluye que históricamente Baleares tiene una mayor proporción de pensiones contributivas del Estado de todo tipo, de jubilación, viudedad, invalidez y supervivencia.
El importe de las pensiones contributivas más habitual se sitúa entre los 500 y los 1.000 euros mensuales y el 45,3 % de los hogares de Balears tiene alguna pensión contributiva de este valor.
Por otra parte, el importe más frecuente de las pensiones no contributivas se sitúa entre los 250 y los 500 euros mensuales.
Un 53,9 % de los hogares de Balears recibe alguna prestación no contributiva para mayores de 65 años o menores con una discapacidad del 65 % o más.
Este tipo de prestaciones no contributivas son de «baja intensidad» y se conceden a hogares de ingresos bajos tras la comprobación de los recursos.