El Nacimiento de esta Navidad lo ha montado por tercer año consecutivo José Luis Marcos, belenista que ha instalado el de Sant Elm | MANU GON

Un modesto pero orgulloso árbol de Navidad preside la entrada de la Residencia Reina Sofía de Vila. A escasos metros, unos angelitos de cartón cuelgan de la pared junto a unas estrellas amarillas, y en la sala donde se realizan los talleres hay cuatro pequeños Papás Noel hechos con papel reciclado. Símbolos e imágenes de demuestran que la Navidad no entiende de edades.

Algo que queda aún más claro observando el Belén que como todos los años se ha montado en el centro y que se ha convertido en una tradición en estas fechas en Eivissa. «El encargado de hacerlo ha vuelto a ser por tercer año consecutivo José Luis Marcos, el belenista que esta Navidad ha montado el Nacimiento de la Iglesia de Sant Elm», asegura orgullosa sor Antonina, superiora de la comunidad de las Hermanas de la Caridad en Eivissa y trabajadora del centro.

«Son tan sólo doce figuras porque José Luis es partidario de poner menos y de mejor calidad y algunas, incluso, las ha hecho él, algo que nos viene muy bien en tiempos de crisis», continúa la hermana mientras a escasos metros otra de sus compañeras da los resultados de la partida de bolos que se ha jugado en la residencia y cuyo ganador fue José Escandell.

Muchas actividades

Y es que en estas fechas en la Residencia Reina Sofía nadie para ni un segundo. Están programadas multitud de actividades como las que se hacen en el taller de manualidades donde las 130 personas que residen en el centro han realizado, durante tres horas por la mañana y tres por la tarde, toda la decoración navideña que hay en el centro. Algo que, según sor Antonina, «es una terapia para ellos porque el hacer manualidades y estar con otras personas les alegra ya que se sienten ágiles y útiles».

Esta sensación de alegría, según la hermana, «se aumenta en estas fechas de Navidad porque muchos reciben la visita de algunos de sus familiares que, aprovechando que tienen vacaciones, se acercan a pasar un rato con sus mayores».

Pero para los que no tienen esa suerte la Residencia también ha pensado un programa navideño lleno de alternativas. Así, el próximo miércoles, a las once de la mañana, acudirán a representar una obra de teatro en el centro los alumnos del colegio Puig d’en Valls, el sábado será el turno para los de la Parroquia de Sant Agustí, el 28 de diciembre serán los niños de la Parroquia de San Pablo los qeu representarán el nacimiento de Jesús y, finalmente, el 31 a las 12 de la mañana se podrá disfrutar con la actuación del Grupo Folclórico Puig d’en Valls. Y es que la Navidad no entiende de edades.