El Consell de Regidors de Comerç, Indústria i Activitats, que agrupa a todos los concejales de estas áreas de la isla de Eivissa, acordó ayer el aumento de las sanciones contempladas en las ordenanzas que regulan la venta ambulante, con sanciones que van desde los 300 a los 18.000 euros.
El Consell d'Alcaldes decidió en su día que fuera el Consell quien elaborara una ordenanza marco que permitiera a los ayuntamientos unificar criterios en materia de venta ambulante.
El borrador de la ordenanza incluye la prohibición de la venta ambulante en zonas públicas y playas, excepto en los lugares y fechas que decida cada ayuntamiento, así como el acuerdo para endurecer las sanciones por incumplimiento de las ordenanzas, que oscilarán entre los 300 los 18.000 euros. Hasta ahora, en ayuntamientos como el de Eivissa, la sanción llegaba a un máximo de 3.000 euros.
El Consell de Regidors también ha acordado regular la publicidad de venta de vehículos de segunda mano en la vía pública, así como la penalización a locales que encubran la venta ambulante.
Por otro lado, en la reunión se acordó la regulación de los productos que podrán ser comercializados en mercados y mercadillos artesanales, según criterios de cumplimiento de la legalidad en cuanto a actividad y tipo de productos, así como origen de los mismos.