El Ayuntamiento de Eivissa solicitará al Ministerio de Medio Ambiente que se mantenga y lleve adelante el proyecto de boyas ecológicas para la zona de Talamanca y ses Figueretes, diseñado en la anterior legislatura.
El concejal de Medio Ambiente, Juan Mayans, explicó a este periódico que la última semana de diciembre se puso en contacto con los nuevos responsables del Ministerio, que le emplazaron a tratar esta cuestión después de las fiestas y tras la toma de posesión de los nuevos cargos.
«Espero que esta semana o la otra tener noticias de esto. La idea es mantener el proyecto de boyas ecológicas que había. Queremos intentar que la posidonia que tenemos tanto en Talamanca como en ses Figueretes no sea destrozada por los barcos con sus anclas como ha pasado en Formentera», destacó el edil.

120 amarres

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Eivissa cuenta con un estudio preliminar para la instalación de amarres ecológicos para 120 embarcaciones frente a las costas de ses Figueretes y Talamanca, que necesita la aprobación de la Dirección General de Costas, perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente.
El proyecto está destinado a frenar el deterioro medioambiental del fondo marino que provocan las anclas sobre las praderas de posidonia, y también tiene el objetivo de regular la progresión de embarcaciones que fondean libremente y de forma incontrolada, sobre todo, en la bahía de Talamanca.
Este estudio localiza 50 amarres frente a las costas de ses Figueretes y 70 en la bahía de Talamanca y propone un sistema de anclajes «que permiten la regeneración de los fondos marinos» al ubicar las embarcaciones siempre en las mismas localizaciones.
El sistema está diseñado para respetar al máximo las praderas de posidonia, evitando que las cadenas de las embarcaciones toquen el fondo marino. Para ello, el proyecto propone diferentes sistemas de fijación según las características de los fondos marinos, dependiendo de si se trata de suelo arenoso, rocoso o fango.
Asimismo, la propuesta destaca que, al tratarse de un sistema fijo, «ofrece garantías» a las embarcaciones visitantes en materia de seguridad «ante situaciones climáticas poco favorables, como pueden ser los fuertes vientos o riesgos de tormenta, eliminando el garreo [arrastre] de las anclas».