De izq. a dcha Míriam, César, Juan José, Dani y Josefina ayer, minutos antes de la entrevista. | Marco Torres

Dani Gómez tiene 24 años y la suerte de ser fijo discontinuo en Menzies Aviation, una empresa de halding que trabaja en la Isla con Easy Jet. «Pero aún así la estabilidad que tenía y teníamos todos con Spanair no la recuperaremos», se lamenta este joven que comenta en una charla distendida con sus compañeros César Maroto, Míriam Schwabe, Juan José Torres y Josefina Luengo la situación de incertidumbre, inseguridad y, en algunos, casos miedo por el futuro que les espera.

«Tenemos la sensación de que se está destruyendo empleo estable para crear empleo inestable y muy precario», comentan sobre cómo se están desarrollando los acontecimientos a nivel estatal. Pero sus objetivos más próximos se centran en cómo pagar las hipotecas, las facturas de la luz y el agua y hasta incluso las pensiones alimenticias para sus hijos porque, por el momento, continúan igual que al principio: con un permiso retribuido, sin poder buscar trabajo y sin poder tramitar los papeles del desempleo. «Al estar en permiso retribuido [que es como si estuvieran de vacaciones] no podemos tramitar los papeles del paro ni, por supuesto, cobrarlo. Se supone que, por tener este permiso, deberíamos cobrar febrero, pero no lo sabemos», explica Josefina Luengo, de 42 años.

¿Cuándo?

Nadie les habla de plazos concretos para poder solicitar la prestación por desempleo y sobre todo intentar buscar un trabajo nuevo, detalle que les inquieta y desespera en su día a día. «Ahora mismo al estar de permiso retribuido no te puedes buscar la vida por otro lado. Tenemos contratos a tiempo parcial. Por ejemplo, si tenemos 30 horas por contrato podríamos coger un trabajo con las diez horas restantes, no buscar uno de 40 horas», precisa Juan José Torres, de 45 años.

Míriam Schwabe (40 años) y César Maroto (35 años) son una pareja que tienen un hijo de cuatro años, una hipoteca de casi 900 euros y deben hacer frente en las próximas semanas a una obra de su comunidad de vecinos que les supondrá un desembolso de dinero muy importante. ¿Cómo describen la situación personal que están viviendo? «De incertidumbre total porque no sabemos realmente lo que va a pasar. También tenemos algo de miedo. Entre el 1 y el 5 de marzo llega la hipoteca y tengo que pagarla sin haber podido cobrar el paro ni el mes de febrero ni la indemnización del Fogasa». En cuanto a estas indeminizaciones que prevé el Fondo de Garantía Salarial, estos trabajadores aseguran que se han hecho los cálculos de lo que les correspondería de indemnización: «Esos cálculos van a un comité y depende de la prioridad que le den y si el Fogasa tiene dinero [viene determinado por los presupuestos generales del Estado, aún sin cerrar] cobraremos, pero en ningún caso será antes de cuatro meses», explican casi al unísono.

Ayuda

La palabra que aparece cuando hablan sobre cómo se ven en los próximos meses pasa está clara: familia. «Yo pago la hipoteca y el coche sola, sin nadie más. Cuando no pueda seguir tiraré de la familia. En mi caso no tenía nada ahorrado», asegura Luengo. Míriam y César, por contra, no tienen la familia en Eivissa: «Creo que podremos aguantar dos meses así. A partir de ahí tenemos que buscar trabajo de lo que sea». Juan José, por su parte, está preocupado por la pensión que tiene que pasar a su hija.

A pesar de la situación en la que están no pierden la esperanza de encontrar un trabajo, aunque sea de temporada. «Mi deseo es trabajar en algo de lo que ya estoy formada profesionalmente y además me gusta, pero aquí en Eivissa trabajar en el aeropuerto está muy complicado», explica Josefina. César y Juan José aseguran que buscarán empleo en el sector que sea. Míriam, por su parte, cuenta que encontrar un trabajo todo el año y con formación al día, como el que ofrecía Spanair en Eivissa, es casi imposible. Además señala: «La experiencia no sirve de nada porque te tienen que pagar más y eso ahora no interesa».

En cuanto a las esperadas subrogaciones a otras compañías aéreas que operen en Eivissa comentan que es una posibilidad «complicada, pero no imposible».