No solo de libros vive la jornada de Sant Jordi. La localidad que porta el nombre del santo en Sant Josep salió ayer a la calle para celebrar su día grande en una jornada llena de tradición y que la meteorología, pese a algunas nubes amenazantes, respetó finalmente.
Durante la mañana, la actividad en el pueblo se concentró en los alrededores de la iglesia, en la que se celebró la tradicional misa solenme para, a continuación, salir en procesión. Por las calles de Sant Jordi se paseó la imagen del santo en el momento de matar al dragón, tal y como cuenta la leyenda. A continuación, la Associació de Carreters de Sant Josep de sa Talaia procedió a desfilar por las mismas calles con sus carros tradicionales, a bordo de los cuales jóvenes y no tan jóvenes payeses y payesas engalanados con los trajes típicos sonreían y saludaban al público que se había concregado en las aceras para contemplar el desfile.
El ball pagès del Grup Folklòric de Sant Jordi de ses Salines fue el encargado de cerrar la sesión matutina de la jornada festiva, mientras el Ayuntamiento obsequiaba a los asistentes con una degustación de vino en la misma plaza de la iglesia.
Por la tarde, a partir de las nueve de la noche, estaba prevista la actuación de Char-Berty & Niñita, que ofrecerían un espectáculo de magia. A las diez y media de la noche, la fiesta comenzaría en su perfil más musical con la presencia sobre el escenario del grupo Old Star Covers, con su repertorio de éxitos musicales de diversas décadas.